Sin castigo. Y encima, ovacionado. Parece que el madridismo no aprende, y apenas unas semanas después de ovacionar a Fede Valverde tras su puñetazo a Baena, la congregación merengue no dudó en aplaudir encarecidamente a Guerschon Yabusele este fin de semana. Días antes, el ala-pívot del Real Madrid había protagonizado una agresión inaudita contra Dante Exum, jugador del Partizán de Belgrado, en mitad de la tangana que se montó tras una falta dura de Sergio Llull con el partido ya perdido.
Habían pasado menos de 72 horas desde aquel episodio que dio la vuelta al mundo, y el Real Madrid en ningúnn momento tomó la decisión de castigar a su jugador. Gerschon Yabusele, que ha recibido cinco partidos de sanción por partre de la Euroliga a tenor de la llave de judo que practicó a Exum, volvió al WiZink Center como si nada hubiera pasado.
El madridismo vuelve a quedar en evidencia
A ojos de la afición, que le regaló una sonora ovación cuando fue presentado, y a ojos de un club que presume de señorío allá adonde va, pero que esta temporada está demostrando todo lo contrario. La realidad es que aunque se esperaba más dureza por parte del Juez Disciplinario de la Euroliga, esta no se dio. Y ante ello, el Real Madrid, al menos de manera aparente, tampoco parece haber castigado a su jugador por lo sucedido.
Es más, los dos sancionados del conjunto blanco --Yabusele y Deck, que dada la gravedad de lo ocurrido hasta pidieron disculpas públicas-- formaron parte este fin de semana del quinteto inicial de Chus Mateo para el partido ante Casademont Zaragoza. Y eso es una prueba de que, por ahora, no hay castigo para el ala-pívot.
Yabusele, recordemos, tuvo que ser retirado de la pista el pasado jueves por familiares y staff del club. Para colmo, el madridismo no reaccionó de otra manera que aplaudirle. Como si él fuera la víctima de la agresión, en una situación similar a lo que sucedió con Fede Valverde hace unas semanas en la sección de fútbol.
El presidente de Panathinaikos explota
El Real Madrid no aprende, y eso perjudica notablemente su imagen. El propio presidente del Panathinaikos, Dimitris Giannakopoulos, hizo pública su disconformidad en Instagram. "Soy una persona que ha pagado 1,7 millones en sanciones, no sanciones al club, sino sanciones directamente a mí, por lo que he publicado en Instagram, sobre supuestos insultos a la Euroliga... ¿Cómo debería sentirme hoy cuando todo el baloncesto europeo ha quedado en ridículo por lo que pasó en el partido entre el Madrid y el Partizan? ¿Alguien en la Euroliga o el Juez Disciplinario piensa en esto? ¿Es este el mensaje que quieren dar con las sanciones? Creo que algo anda mal aquí", compartió. No es el único disconforme. Aunque en Madrid, por lo visto, ya se haya corrido un tupido velo.