Han pasado más de ocho meses desde la debacle de Anfield, pero el barcelonismo ha sido incapaz de olvidarlo por completo. Probablemente no lo hará nunca. La derrota frente al Liverpool en las semifinales de la Champions League perdurarán para siempre en la memoria de los culés. Como la final de los palos cuadrados, el revés frente al Steaua en el Pizjuán o la caída en Atenas ante el Milan.
Fue el peor partido en la historia reciente del club. El FC Barcelona lo tenía todo a favor para acceder a la final tras el 3-0 de la ida. Todo lo que podía salir mal, salió mal. Origi adelantó a los reds tras un error de Jordi Alba. Wijnaldum, tras la reanudación, anotó el segundo y el tercero en una diferencia de pocos minutos.
Leo Messi tras la debacle de Anfield / EFE
Lo peor estaba por llegar. Los azulgranas concedieron un córner en el 79', y, cuando aún estaban preparando la colocación, Alexander-Arnold se aprovechó de la falta de concentración para servir el saque de esquina y pasársela a un Origi que, completamente solo, la colocó en la escuadra y se convirtió en el héroe red.
Dejà vu
Ocho meses después, y un día antes de volver a sufrir una dolorosa remontada con cierto aroma a Anfield frente al Atlético de Madrid, Toni Kroos volvía a hurgar en una herida que aún no ha cicatrizado. Y probablemente no lo acabará de hacer nunca. Se repitieron todos los elementos del día de Liverpool.
Un sacador pillo que aprovechó el momento, falta de atención en la defensa y un golpeo excelente. Todos los jugadores del Valencia, Jaume Domènech incluido, se quejaron al colegiado por una posible falta del Real Madrid sobre Paulista. El guardameta ché se involucró demasiado en la queja y se alejó de su portería.
De esta manera adelantó Kroos al Madrid contra el Valencia | EFE
Kroos no lo vio y probó suerte con un efecto endiablado. Jaume se enteró tarde, trató de despejar el esférico sobre la misma línea de cal pero el balón acabó entrando en la portería del Valencia. Ese error daba inicio a la victoria de los blancos, que pasaron por encima de los chés en todo momento.
Kroos, Morata y Correa hurgaron en la herida del FC Barcelona. La Supercopa trajo el peor de los recuerdos a los de Valverde.