El Real Madrid salió humillado del Parque de los Príncipes en su estreno en Champions League. Un encuentro marcado por las bajas de ambos equipos que acabó con un baño monumental de los franceses al conjunto de Zinedine Zidane (3-0).
El Madrid volvió a su versión insulsa y sin ambición de la temporada pasada y el PSG, que tenía a sus estrellas Neymar y Mbappé en el palco pasándoselo en grande, dio un recital de fútbol. Lo peor no fue la derrota, sino las formas. En ataque ni un solo disparo a puerta en 90 minutos. El medio se convirtió en un paseo para la medular francesa sin oposición alguna y la defensa blanca concedió tantos espacios que no pudo frenar las acometidas galas.
El debate de la portería
Pero sin duda uno de los debates más calientes en el madridismo es la portería. La salida de Keylor Navas supuso otro intercambio de porteros en este mercado de verano --tal y como ocurrió entre el Barça y el Valencia-- y la fortuna quiso que el exmadridista se midiera a su excompañero Thibaut Courtois.
El belga, muy cuestionado por sus apariciones desde que arrebató la titularidad al tico, no gana para disgustos. Mientras Keylor celebró los tantos de su equipo desde la otra mitad del campo, Courtois poco pudo hacer a los goles de Di María y Meunier. Y se agudizó la polémica.
Las redes ardieron contra Florentino Pérez, Zinedine Zidane y el belga por el pésimo intercambio que se ha producido bajo palos. Una titularidad que muchos creen que viene impuesta por el presidente madridista, la inversión que supuso su fichaje la temporada pasada y el nombre que tiene en el mercado internacional en comparación con Navas.
La realidad es que el madridismo echa de menos a Navas. Un portero de una profesionalidad incuestionable, trabajador silencioso y cumplidor como el que más. Por no olvidar que fue el héroe de las tres Champions League del Madrid. Su salida, más que nunca, se confirma como uno de los peores negocios blancos de los últimos años para una afición que adora al costaricense.