Florentino Pérez sabe que necesita cash urgente si no quiere vaciar las arcas blancas o endeudarse hasta las cejas en su operación renove. Esa fue una de las promesas que realizó a Zinedine Zidane, y la más importante, para convencerle de que regresara a la institución madridista y tomara de nuevo el control del vestuario.
Durante toda la temporada los pesos pesados del equipo han demostrado estar muy lejos de su mejor nivel. Una temporada que se prometía de oro y que ha pasado a ser un examen constante para decidir los descartes de final de temporada después de quedar eliminados de todas las competiciones, algunos incluso antes de ello.
Con los nombres de la revolución asegurados, con Hazard a la cabeza, Pogba con dudas, Eriksen en segundo plano y Jovic como robo al Barça, el vestuario blanco y las fichas deben aligerarse. Y Florentino podría encontrar un comprador para muchos de ellos. Como un pack de vacaciones, con lazo de regalo incluido.
Rumbo a París
Con Neymar y Mbappé casi descartados, al menos hasta 2020, Florentino podría empezar a fraguar una buena relación con el jeque Nasser Al-Khelaïfi para futuras negociaciones. En la capital francesa necesitan reforzarse y allí son expertos en revivir a viejas glorias que no daban el nivel esperado en los clubs punteros de Europa.
Isco y Bale celebran el tanto del malagueño frente al Celta de Vigo / EFE
Por ello y conocedor del capital que tiene el PSG, el presidente madridista estaría dispuesto a vender a un mismo club hasta tres de sus estrellas: Kroos, Isco y Gareth Bale. Tres jugadores por los que no habría trueque por uno de sus delanteros, pero que servirían para empaquetar a tres descartes asegurados por un valor de 210 millones de euros. Un montante que permitiría al empresario español adquirir a dos de las estrellas que tiene prometidas a Zidane, empezando por Hazard.
Tres salidas, tres entradas
Ninguno de los tres son opciones de futuro para el técnico galo, pero mantienen un cartel europeo considerable. Bale gusta en la Premier, Isco también y Kroos en Alemania. Su talento es indiscutible, pero su complacencia de blanco también. En París el objetivo es el mismo, la Champions, y con tres jugadores experimentados, ya compeones de esa competición y con todavía fútbol en sus piernas ven una oportunidad de oro de hacer negocio en conjunto por tres jugadores que por separado quizás aumentarían de precio.
Kroos está valorado en 80 millones, Isco en 60 y Bale en 70, un total de 210 que podrían discutirse. Su salida permitiría la llegada al Bernabéu de tres jugadores de élite para dar una cara nueva al equipo que planea Zidane y en el Parque de los Príncipes dotar a Neymar Jr. y Mbappé de asistentes y peloteros de lujo.
Toni Kross lamenta una ocasión / EFE
El problema está en convencerles que el proyecto parisino es mejor que cualquier otro europeo, aunque sea con sueldos menores. Si hay acuerdo, todo dependerá de ellos, pero en la casa de Florentino no se quedan.