Sergio Ramos nunca se esconde, aunque en ocasiones en ese afán de protagonismo se excede. No corren buenos tiempos por el Santiago Bernabéu. El varapalo de la Champions League ha dejado hundido al Real Madrid a principios de marzo y esto ya no hay quien lo arregle. 

Pese a que el equipo siempre ha divulgado esa voluntad de seguir compitiendo mientras sea matemáticamente posible pelear por la Liga, algunos episodios --con protagonistas muy especiales-- han agudizado la crisis interna blanca. Y si ser capitán le otorga todo el foco de atención que, además, acrecienta su carácter.

De cara

En un arrebato de sinceridad, Ramos ha intentado poner fin a todos los rumores que se ciernen sobre el equipo, pero parece que le ha salido el tiro por la culata. A través de su cuenta de Instagram, este lunes publicó una fotografía con una entrevista a sí mismo en la que empieza: " Los jugadores somos los máximos responsables y yo, como capitán, el que más.

Por eso he pensado que la forma más honesta de contestar a las preguntas que circulan a nuestro alrededor es afrontándolas directamente"

Varias preguntas en las que reconoce todos los rumores que se están generando, pero que contesta a muy pocas. Recurre de nuevo al "Las cosas de vestuario se hablan y resuelven en el vestuario. No hay problema alguno y un solo interés de todos, el Real Madrid" o a "Es una decisión que no nos corresponde y en la que no interferimos nunca", sobre el posible despido de Santiago Solari.

Protagonista

 Obligado o por voluntad propia no es de extrañar que Ramos haya querido poner tierra de por medio. De todos los incendios que arden en el club está metido el capitán. Empezó con sus declaraciones públicas sobe la amarilla en Ámsterdam y prosiguió con el documental que grabó en el Bernabéu mientras veía como pintaban la cara a su equipo. Un tema que tampoco eludió en su publicación. 

La misma noche se enfrentó a Florentino Pérez en el vestuario por los reproches --ni infundados-- del presidente y se vivió un episodio más que tenso. De aquellos que quedan en la memoria para todos los presentes. Fuentes cercanas apuntan a que se resolvió con una llamada posterior, pero la tensión y el malestar se han instalado en Valdebebas.

Una foto de Sergio Ramos y Florentino Pérez / EFE

Una foto de Sergio Ramos y Florentino Pérez / EFE 

También reconoció la información que desveló la pelea con Marcelo en el entrenamiento del sábado. Algo que considera habitual, pero a lo que restó importancia. Todo provocado y envuelto en la polémica que se cierne sobre Solari al que nadie respeta ni da crédito. 

Ni Zidane, que retomará las riendas del equipo en las próximas horas, parece que pueda apagar un incendio de tal magnitud.