El Real Madrid ha tomado cartas en el asunto de forma tajante. Isco Alarcón vive su peor momento en el club. Una situación que se ha acentuado con el paso de los meses y que ha llegado límites insospechados. La eliminación frente al Ajax en la Champions League ha dejado al equipo en la estocada y con tres meses de competición por disputar sin posibilidad alguna.

Un escenario del que Isco ha sido testigo, pero no cómplice. Desde que llegó Santiago Solari al banquillo del Santiago Bernabéu su peso, junto al de otros supuestos intocables como Marcelo o Gareth Bale, se ha ido difuminando. Frente a los holandeses fue de nuevo el descarte del técnico argentino. Un entrenador que siempre ha querido evitar la polémica con el jugador y los evidentes desencuentros entre ambos. 

En la previa ante el Valladolid, la que fue también seguramente su penúltima rueda de prensa, Solari tuvo para todos aquellos que le han decepcionado y han condenado su puesto.

Isco, revelado

Y cansado de vivir en el ostracismo más profundo, Isco decidió coger su propio camino para llegar al Santiago Bernabéu. No estuvo en la charla de Solari en el vestuario, pese a que se le esperó y tampoco acompañó a sus compañeros en el bus hacia el Santiago Bernabéu.

Una foto de Solari e Isco Alarcón antes de entrar al terreno de juego / EFE

Una foto de Solari e Isco Alarcón antes de entrar al terreno de juego / EFE

El club le ha sancionado después de que el técnico confirmara su ausencia, pese a que no ha sido él quien ha solicitado la apertura del expediente. Ha sido el club quien ha abierto expediente como habría hecho con cualquier otro futbolista tras incumplir el código disciplinario. Una sanción interna que coincide con la desconvocatoria para el partido ante el Valladolid. La idea de Solari es que no vuelva a jugar más con él en el banquillo.

Arrepentido

Mientras Solari mande, Isco no existe, pero el jugador ha reconocido su error. Pidió disculpas al vestuario, alegando la mala relación que tiene con el argentino.