La derrota del Real Madrid frente a la Real Sociedad protagonizó otra noticia alejada del terreno de juego. Gareth Bale abandonó el estadio merengue diez minutos antes que terminase el partido que iba 0-1 y cuando más se estaba atacando la portería de Rulli. Esta falta de compromiso ha molestado mucho dentro del vestuario blanco. Según se ha informado desde Madrid, sus compañeros le han reprochado su acción.
El galés no fue convocado por Santiago Solari debido a unas molestias. En el Chiringuito de Jugones, se desveló que los pesos pesados le tiraron en cara antes del partido que ellos también sufren sobrecargas pero que no se apartan de los partidos menos trascendentales.
Florentino Pérez se plantea un plan renovación de la plantilla para el próximo curso y Gareth Bale puede ser una de las salidas más importantes. El extremo tiene un muy buen cartel en Inglaterra y su relación con los capitanes del vestuario blanco está rota.
Apuesta fallida de Florentino
Florentino apostó en verano de 2013 por la joven promesa del Tottenham Hotspur. El Real Madrid consiguió fichar a Bale por 91 millones de euros. Una cifra superior al precio de Cristiano Ronaldo, la estrella del equipo blanco.
La apuesta ha sido un fracaso. El jugador es un habitual de la enfermería. Constantemente es baja por sobrecargas y molestias. Su gran temporada tenía que ser esta. Con la salida de Ronaldo, se esperaba que el extremo cogiera las riendas del ataque del Real Madrid, cosa que no ha hecho.
Los jugadores del Real Madrid celebran el tercer tanto de Gareth Bale en el Mundial de Clubes / EFE
A diferencia del portugués, Bale es un hombre de finales. En las cuatro Champions de los blancos el galés ha sido decisivo. En las finales de Lisboa y Milán ante el Atlético de Madrid fue una pieza importante. En la última temporada contra el Liverpool decidió el partido marcando dos goles saliendo desde el banquillo. En la temporada regular su rendimiento no es más que discreto.
Difícil integración
A pesar de que lleva seis temporadas como jugador del Madrid nunca se ha adaptado al país ni al club. Aún no habla el español y, aunque ha sido el fichaje más caro de la historia blanca, nunca ha actuado como tal.
Otro de los motivos que molestan a la directiva es su poco compromiso con el club. En numerosas ocasiones las recuperaciones tras lesión las ha hecho en su país. Incluso ha llegado a forzar su físico para disputar partidos internacionales con la selección galesa.
Su círculo en el vestuario es muy reducido, sus mejores amigos son Toni Kroos y Luka Modric, excompañero en los spurs. Su poca implicación con la entidad blanca ha decepcionado a Florentino Pérez que apostó duramente por él. En el próximo verano no sería sorprendente ver al galés de nuevo en Inglaterra.