Bale: el hombre de las finales; la decepción del Real Madrid
El futbolista galés se hinchó a fallar goles muy claros después de su recital ante el Kashima
22 diciembre, 2018 20:58Gareth Bale tenía en el Mundial de Clubes su gran oportunidad para reivindicarse en el Real Madrid. Y lo hizo a medias. Porque el galés fue clave en las semifinales para conducir la plácida victoria del conjunto blanco. Sin embargo, en la final ante el débil Al Ain pasó sin pena ni gloria. Y eso que podría haber hecho historia. Pero esta vez el hombre de las finales no brilló.
El Real Madrid conquistó su tercer Mundial de Clubes consecutivo con suma facilidad. Era de esperar, pero la sorprendente eliminatoria de River Plate le allanó todavía más el camino. Sin aprietos, con calma, los blancos dominaron el partido a placer y se alzaron con el título. Aunque en esta ocasión Bale no marcó.
Falló en la final
En general el Real Madrid completó un partido aburrido, demasiado plácido, impropio de una final. Aunque era de esperar. Luka Modric abrió el marcador con un gran disparo desde la frontal del área con la pierna izquierda. A partir de ahí, el dominio merengue fue abrumador.
Con todo, los blancos tuvieron que esperar a la segunda mitad para sentenciar el partido. Con el encuentro ya decidido, Gareth Bale se hinchó a fallar goles muy claros. Todo el acierto que había mostrado en la semifinal se evaporó en el duelo decisivo. Podría haber salido de Abu Dabi como máximo realizador histórico de la competición. Sin embargo, al final se quedó un gol por debajo de Cristiano Ronaldo.
Gareth Bale recibe el premio a mejor jugador del Mundial de Clubes / EFE
Aún así, el galés fue premiado con el Balón de Oro del torneo gracias a los tres goles conseguidos en la semifinal. Quizá la organización prefirió repartir un premio que el año pasado ya se llevó Luka Modric, el gran laureado este año en el Real Madrid.
La decepción del Real Madrid
Pero ningún trofeo, ni individual ni colectivo, empaña la realidad que subyace en la figura de Gareth Bale. El futbolista galés estaba llamado este año a dar un paso al frente tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Era el elegido. El hombre en quien Florentino Pérez había depositado toda su confianza. Sin embargo, eso no ha ocurrido. Ni con Lopetegui ni con Solari.
Gareth Bale enamoró al presidente del Real Madrid con su golazo de chilena en la final de Kiev. No era la primera vez que el galés brillaba en una final. También lo había hecho frente al Barça en la final de Copa, tras marcharse por velocidad de Marc Bartra. Hasta la fecha Bale se había erigido en el hombre de las finales, esa estrella fugaz capaz de decidir un partido, pero demasiado irregular a lo largo de la temporada.
Nada ha cambiado. Bale sigue siendo ese futbolista inconstante y falto de carácter que tanto desquicia a los aficionados del Bernabéu. Tiene destellos de indudable calidad por momento, como en el hat-trick conseguido en las semifinales. Pero sigue sin convencer.
Florentino es consciente de que Bale ha demostrado ser un fiasco. Una decepción. El presidente sabe que necesita realizar un fichaje galáctico para salvar al Real Madrid.