Hansi Flick tiene motivos para estar preocupados. El Barça no ofrece síntomas de recuperación, pero el técnico no cambia su receta. Persiste en su idea futbolística, válida hace un año, pero no tanto en el curso actual.
El entrenador del Barça debe intervenir para solucionar los muchos problemas que detecta. Las lesiones han pasado factura a un equipo menos tensionado que hace un año. Más inseguro. Lewandowski y Dani Olmo ya están de vuelta, pero muy lejos de su mejor versión. En breve volverá Joan García y Flick espera a Raphinha, un jugador con mucho carácter y gol.
El fuera de juego
El Barça, al menos en Brujas, mantiene su vocación ofensiva. Es un equipo que genera muchas ocasiones de gol. El problema radica cuando pierde la pelota. Entonces sufre mucho. Demasiado.
Hansi Flick, antes del partido del Barça en Brujas
El gran problema del Barça es que ataca peor, con las líneas muy estiradas y cada pérdida es un drama. Los rivales encuentran muchos más espacios y tienen tiempo para pensar. También han encontrado la fórmula para desactivar el fuera de juego barcelonista.
Szczesny, mal
El Brujas marcó tres goles, pero pudo anotar dos o tres más. Los delanteros presionan menos, los centrocampistas no dan abasto y la defensa interpreta mal el juego. En la portería, Szczesny tampoco tuvo un buen día en Bélgica.
Tresoldi marca el primer gol del Brujas
Flick, sin embargo, persiste en su modelo, aunque cada vez escucha más voces que le piden que retrase la defensa, que proteja más al equipo. De momento, no hace caso y el Barça palidece. En los últimos nueve partidos ha encajado 16 goles. Siete ante el Sevilla y el Brujas, dos rivales muy inferiores.
