Anderson Luis de Souza, Deco, dio luz verde al fichaje de Iñigo Martínez por el Al-Nassr sin que el Barça ingresara un europeo. Argumentó el director de fútbol que tenía un compromiso verbal con el defensa vasco. La salida del futbolista permitió que el equipo pudiera inscribir a Marcus Rashford y Roony Bardghji, pero Hansi Flick se quedó sin un jugador imprescindible.
Iñigo Martínez era mucho más que un futbolista. Era el líder de la defensa, el encargado de tirar la línea del fuera de juego y equilibrar un equipo que siempre juega al límite. También era un jugador con mucho carácter y una persona muy importante en el vestuario.
Los jóvenes
Los consejos de Iñigo Martínez siempre eran bien recibidos por sus compañeros. Sobre todo, por los más jóvenes, como Lamine Yamal y Pau Cubarsí. Con él, el defensa catalán vivía mejor. Se sentía más protegido en el campo. Ambos se complementaban perfectamente.
Iñigo Martínez celebra un gol con el Barça
La marcha de Iñigo Martínez sorprendió y molestó a Flick. Durante la pretemporada probó varias opciones, pero ninguna le convenció. Ni le convence, actualmente. Cubarsí es más frágil en el perfil izquierdo y Éric García funciona mejor como lateral que como central. Al menos, en partidos de máxima exigencia.
La derrota del Bernabéu
Flick también ha probado a Araujo, un jugador con mucho carácter, muy físico y contundente. El uruguayo, sin embargo, no es un futbolista fiable en la salida del balón y tiene lagunas que penalizan mucho al Barça. Christensen, por su parte, es, en el mejor de los casos, suplente. Una vez más, el danés está lesionado.
Ronald Araujo echa a correr tras marcar el gol de la victoria en el derbi Barça-Girona
El Barça, de momento, no contempla la opción de fichar a un central en el mercado de invierno. Otra cosa será en verano. En las categorías inferiores, por ejemplo, gusta mucho Baba Kouroma, el hermano de Ilaix Moriba. Tiene 16 años y Flick prefiere un defensa con muchas tablas. Quiere, en definitiva, un nuevo Iñigo Martínez. En el clásico del Bernabéu, el Barça volvió a ser un equipo muy vulnerable.