Szczesny, impotente tras el gol de Isaac Romero

Szczesny, impotente tras el gol de Isaac Romero EFE

Primer equipo

La maldición de Szczesny en el Barça: a la espera de Joan García

El portero polaco es la gran víctima de la menor intensidad defensiva del equipo azulgrana

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Wojciech Szczesny fue el recambio de emergencia de Ter Stegen en el Barça, hace un año. El portero polaco cumplió sobradamente y disputó 30 partidos. Su segundo curso debía ser más tranquilo. Él mismo aplaudió la titularidad de Joan García, convencido de que tendría un protagonismo muy residual, pero la lesión del portero de Sallent explica que, hoy, sea titular en el equipo azulgrana.

Hansi Flick siempre habla bien de Szczensy, un portero tranquilo. De él dicen que es un buen compañero y una buena influencia. Las estadísticas, sin embargo, son menos amables con el futbolista polaco, sobre todo si las comparamos con las de Joan García.

Las estadísticas

Joan García, hasta su lesión de rodilla, había disputado siete partidos, en los que el Barça había encajado cinco goles. Szczesny, mientras, ha participado en tres encuentros, y el grupo azulgrana ha recibido siete goles.

Wojciech Szczesny atrapa un centro lateral en el Barça-PSG

Wojciech Szczesny atrapa un centro lateral en el Barça-PSG EFE

Szczesny encajó el primer gol contra la Real Sociedad. Fue un aviso. Mucho más frustrantes fueron los partidos contra el PSG (1-2) y el Sevilla (4-1). Seis goles ha recibido el portero polaco. En ningún caso fue el culpable de las derrotas. Los dos tropiezos del curso actual.

Girona y Olympiacos

Szczesny cumple y poco más. No salva goles imposibles. Sí lo hacía Joan García, que sostuvo al Barça en situaciones complicadas hasta que se lesionó. El polaco también será titular contra el Girona y Olympiacos, y falta por ver quién jugará en el Bernabéu.

Joan García sale con el balón jugado durante el Newcastle-Barça

Joan García sale con el balón jugado durante el Newcastle-Barça EFE

Flick necesita soluciones. En el curso actual, el Barça concede más ocasiones que hace un año. La presión al rival es menos intensa y los rivales encuentran antídotos para castigar la defensa adelantada. Szczesny tiene la virtud de no inmutarse ante nada, pero él mismo asume que pronto volverá al banquillo.