El Barça de Flick se da un golpe de realidad: todavía lejos de poder ser campeón de Europa

La Champions no es la Liga. Es mucho más exigente; una pesadilla en la última década. El Barça de Hansi Flick recibió un golpe de realidad ante un PSG que todavía está en otra dimensión. Es un equipo superlativo, con mucho fútbol y poderoso físicamente, muy difícil de descifrar, y mucho menos con un Lamine Yamal discontinuo. Europa exige más y el Barcelona deberá digerir una derrota desoladora. El técnico alemán deberá mejorar su receta y Laporta empieza mal un mes decisivo, pendiente de noticias sobre el regreso al Camp Nou y con una asamblea de compromisarios en el que presentará más números rojos. Y octubre dictará sentencia en el Bernabéu.

La primera derrota del Barça es dura. Decepcionante. El PSG, superior en la segunda parte, noqueó al equipo de Flick con un gol en el último minuto de Gonçalo Ramos. Comenzó bien el cuadro azulgrana, pero acabó sin oxígeno ni fútbol. El grupo de Luis Enrique, en cambio, fue de menos a más. Si hace dos años revirtió el partido con la expulsión de Araujo, este miércoles ha encontrado el punto de inflexión con el gol de Mayulu.

Frenkie y De Jong

El PSG encontró más soluciones a las bajas de Dembelé y Doué que el Barça. Sin Raphinha, el equipo azulgrana no tuvo ese plus de agresividad y competitividad que aporta el futbolista brasileño. La baja de Fermín también resta movilidad y chispa al Barcelona. Y Frenkie de Jong, una vez más, encalló en un partido de altos vuelos. Ante rivales muy físicos, Marc Casadó es más fiable y aporta más equilibrio en defensa.

Gonçalo Ramos celebra el segundo gol del PSG EFE

El Barça encaró bien el partido y Ferran, titular en detrimento de Lewandowski, golpeó primero. El PSG, sin embargo, ni se inmutó. Luis Enrique tenía muy claro el partido en su cabeza y su plan funcionó perfectamente. El gol de Mayulu fue el estímulo que necesitaba el campeón de Europa para meter miedo al cuadro barcelonista.

Derrota dolorosa

La presión alta del PSG fue un tormento para el Barça, necesitado de más soluciones colectivas. Hoy, Flick sabe que su máquina todavía no funciona a pleno rendimiento. Tiene buenas piezas, pero mucho más sincronizado está el equipo de Luis Enrique, que también tuvo más control del balón y carácter. Sufrió mientras Lamine Yamal estuvo inspirado. Cuando se diluyó, también menguó el Barcelona.

Decepción barcelonista tras la derrota ante el PSG EFE

Flick ya sabe qué cosas deberá corregir. La derrota es dolorosa, pero no humillante. Para Laporta, en cambio, será más difícil de digerir. Octubre es un mes clave porque el Barça jugará contra el Real Madrid en el Bernabéu y deberá rendir cuentas a los socios en la asamblea de compromisarios. También necesita la Licencia de Primera Ocupación para que el equipo regrese al Camp Nou.

Orgullo tocado

El Barça, ahora, necesita cabeza, el rigor y la seriedad de Flick. El club está en sus manos. El equipo parecía invencible, pero Laporta, los jugadores y los aficionados ya saben que la Champions es otra historia. En una entidad tan ciclotímica, el orgullo de los culés está ahora tocado, herido.

Hansi Flick mira el reloj ante el PSG EFE

El PSG es mejor. Luis Enrique tiene muchos más recursos que Flick para construir un equipo ganador. El campeón de Europa tiene mucho más dinero y un técnico que no permite un gramo de relajación. "El elogio debilita", recalca siempre Lucho, tan o más ambicioso, meticuloso que el entrenador del Barça, quien admitió que su equipo todavía no está al nivel que el campeón. El líder de la Liga tiene margen de mejora y sabe que ahora deberá trabajar el aspecto motivacional y psicológico.