Jules Koundé y Fermín López celebran el gol del mediapunta ante el Valencia

Jules Koundé y Fermín López celebran el gol del mediapunta ante el Valencia EFE

Primer equipo

El Barça se olvida por un día de Lamine Yamal: triplete de dobletes en el Johan Cruyff

El club azulgrana se dio un auténtico homenaje con el que disipó cualquier atisbo de duda acerca de las capacidades del equipo

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El FC Barcelona se sacó el mal sabor de boca previo al parón de selecciones con una goleada (6-0). En una semana cargada de polémica por el emplazamiento del encuentro, el Estadi Johan Cruyff vio a su equipo vencer y convencer. Lo hizo sin Lamine, Balde, De Jong y Gavi por lesión, así como sin Raphinha, de inicio, por un castigo. El brasileño llegó tarde a la sesión de activación y lo pagó. Aun así, los azulgranas dieron el callo.

Golpear primero

Los pupilos de Flick salieron a dominar el partido desde el inicio. Los tirones de oreja sobre los egos hicieron su efecto, pues el equipo carburó. El conjunto azulgrana volvió a actuar como grupo, lo que tanto ansiaba el técnico alemán. Pese al muro defensivo impuesto por los cinco hombres alineados por Corberán, el asedio azulgrana comenzó con el pitido del trencilla, Cuadra Fernández, y fue imparable para la zaga che.

Hansi Flick atiende a los medios de comunicación en rueda de prensa

Hansi Flick atiende a los medios de comunicación en rueda de prensa FCB

Especialmente motivado arrancó Marcus Rashford, que quería aprovechar su segunda titularidad. Lideró la banda izquierda y acarició el gol en la primera mitad. Ferran también amenazó a su exequipo y estuvo a punto de abrir la lata. Sin embargo, ese privilegio se lo llevó Fermín López que, tras un pase del Tiburón, envió el cuero al fondo de las mallas. Hizo el gesto de "me quedo" y se besó el escudo. Por su parte, el Valencia no estuvo ni cerca de celebrar goles -- no chutó en la primera parte-- , pero sí que Agirrezabala es un portero de gran nivel.

Fermín López se besa el escudo del Barça tras su gol ante el Valencia

Fermín López se besa el escudo del Barça tras su gol ante el Valencia FCB

No bajar el ritmo

El Barça retomó el guion donde lo había dejado antes del descanso. Con Raphinha ya en el campo, los azulgranas fueron en busca del segundo tanto. De hecho, fue el propio brasileño quien dobló la ventaja del equipo, tras un centro del prolífico Rashford. Que nadie se piense que esto fue suficiente para los pupilos de Hansi Flick. Valiéndose del "no hay dos sin tres", Fermín expulsó toda la angustia contenida durante la última semana del mercado con un zurdazo imparable

Raphinha celebra su gol contra el Valencia

Raphinha celebra su gol contra el Valencia EFE

El castigo le sentó bien a Raphinha. El '11' salió desbocado cuando se vistió de corto, para la angustia de la maltrecha zaga valencianista. Tras el doblete de Fermín, el brasileño se sumó al club de los bigoleadores con una volea. Los pupilos de Carlos Corberán ni estaban ni se les esperaba. Solo deseaban que el colegiado pitara el final. 

El Barça se dio un festín de goles ante el Valencia en el Johan Cruyff

El Barça se dio un festín de goles ante el Valencia en el Johan Cruyff EFE

Traca final

El Barça le metió una manita al Valencia en Mestalla, en Copa del Rey, la temporada pasada. Así pues, Robert Lewandowski quiso repetir la hazaña, esta vez en campo propio. Caracoleó en el área y envió el balón al fondo de las mallas, previo beso al larguero. Sobre el final, volvió a mojar el ariete polaco. En total, desde que Corberán asumió el banquillo che, los azulgranas han celebrado 18 goles, mientras que han recibido solo uno. En cuatro partidos, son 20 los tantos anotados ante la entidad valencianista, la nueva víctima favorita de Hansi Flick en el Barça.

Robert Lewandowski celebra su gol ante el Valencia en el Johan Cruyff

Robert Lewandowski celebra su gol ante el Valencia en el Johan Cruyff EFE

A pesar de los seis goles, la mejor noticia de la noche fue la vuelta de Marc Bernal. A falta de 10 minutos para el final, ocupó el lugar de Pedri. El mediocentro, 383 días después, volvió a disfrutar del fútbol. Así pues, los culés cerraron una noche de fantasía en la que, socios y futbolistas, volvieron a sonreír. Pese a las limitaciones, para los aficionados y para los periodistas, del Johan Cruyff, la alegría se adueñó del ambiente.