Publicada

La figura del capitán es vital en cualquier deporte. Su cargo debe ser ejercido con decisión, respeto y convicción. El FC Barcelona no es la excepción. De hecho, en una plantilla tan joven como la que dirige Hansi Flick, dicha jerarquía toma aún más relevancia, ya que la experiencia y galones deben mandar a los más novicios. Frente a esta situación, y tras una serie de tensiones concatenadas desde el desenlace de la Liga, el técnico de Heidelberg ha sido partícipe de una decisión que sigue los pasos de José Mourinho en su etapa en el Real Madrid.

Mourinho contra Casillas 

Hace más de una década, a partir del verano de 2011, se vivió una situación de extrema tensión en la casa blanca. El entrenador no comulgaba con su capitán, Iker Casillas, y tras una serie de rifirrafes y numerosas filtraciones a la prensa --a Casillas le cayó el sobrenombre de Topo--, Mourinho activó una campaña para retirar la capitanía a todo un emblema del club

Iker Casillas y José Mourinho en el Real Madrid EFE

La intención del técnico portugués siempre fue la de quitarle el brazalete al meta de Móstoles, aunque no lo consiguió finalmente. Mourinho argumentaba que necesitaba a un jugador de campo como capitán. Que un portero no era eficaz para liderar las protestas ante los árbitros y otras labores de liderazgo con los compañeros sobre el césped. Aquellos argumentos disfrazaban una realidad latente: la nefasta relación entre ambos. 

Presión a los árbitros 

Mou estaba molesto con la actitud de Casillas, a quien no le gustaba la propuesta futbolística del técnico de Setúbal. Como emblema del Madrid y de la selección, Casillas había intentado reconducir la relación con jugadores del Barça como Xavi Hernández y Carles Puyol porque la tensión en los clásicos había superado todos los límites.

Xabi Alonso y Xavi Hernández disputan un balón durante su etapa como profesionales en Madrid y Barça REDES

Leo Messi, entre Sergio Ramos y Pepe en 2011 REDES

Según informaron el diario Marca y el AS, la intención del técnico de Setúbal era darle el brazalete a Xabi Alonso y Sergio Ramos. Como decíamos, su objetivo era ejercer más presión al cuerpo arbitral y por lo tanto, tener más control del partido. En el imaginario de Mourinho, si dichos futbolistas asumían la capitanía, los árbitros se iban a sentir más presionados, ya que un capitán que es jugador de campo puede discutir de mejor manera las decisiones tomadas por los colegiados.

Decisión de club 

La historia terminó fatal y Casillas se fue del Madrid por la puerta de atrás, en lugar de marcharse con honores, como el símbolo blanco que fue. Ambos rompieron relaciones, como ahora puede hacerlo Hansi Flick con Ter Stegen. De momento, el guardameta de 33 años ya habla con el club a través de su representante, aunque dice a la prensa que "la relación con el club siempre es óptima". Ahora puede quedarse totalmente aislado.

Ter Stegen y Hansi Flick en un montaje sobre el Camp Nou Culemanía

En el caso del Barça, la decisión no es propiamente de Hansi Flick, es una decisión de club. Sin embargo, el entrenador alemán es partícipe de la misma junto a Deco, Bojan, Echevarría, Masip y el presidente Laporta. La cúpula deportiva en conjunto, y de forma unánime, considera que el comportamiento de Ter Stegen le impide ser portador del brazalete de capitán por más tiempo.

¿Cambio de brazalete?

Marc-André ter Stegen desobedeció las recomendaciones del Barça de emitir un comunicado conjunto sobre su decisión de operarse de sus molestias lumbares. Este gesto molestó mucho en el seno del club, pues se considera una declaración de intenciones.

La tristeza de Ter Stegen, capitán del Barça, tras sufrir una lesión REDES

Deco y Flick no cuentan con él y el técnico alemán se lo ha hecho saber. No obstante, la cosa va más allá. Mundo Deportivo desveló que el Barça tendría decidido quitarle la capitanía a Ter Stegen y desde Culemanía hemos podido confirmar la noticia con exactitud. Su actitud extradeportiva lo ha sentenciado hace tiempo. Además, el hecho de que vaya a estar de baja varios meses hace que tampoco se le considere un buen portavoz del equipo.

La gota que colma el vaso 

El último capítulo de esta serie de desencuentros --recordemos que todo empezó con las filtraciones del propio Ter Stegen en febrero, cuando ya pensaba en jugar la final de la Champions, continuó con su ausencia en el desplazamiento a Milán para las semifinales y se consolidó con su negativa a dar el discurso de capitán el día en que el vestuario celebró la Liga ante la afición-- ha consistido en la negativa de Ter Stegen a firmar su consentimiento para que el Barça envío el informe médico del portero a la Liga.

Ter Stegen, sonriente con Joan Laporta tras firmar su renovación hasta 2028 FCB

Se niega, aparentemente, por un tema de confidencialidad en temas de salud y le amparan tanto la Ley de Protección de Datos como el derecho a la intimidad. Desde el Barça, en cambio, creen que lo hace para perjudicar tanto al club como a sus compañeros. Ello ha motivado que la entidad esté en vías de abrirle un expediente disciplinario --muy discutible con la ley en la mano-- y que la decisión de retirarle la capitanía, que se barrunta desde hace dos semanas, vaya a convertirse en una realidad de forma inminente. El enfado de Laporta es antológico

Noticias relacionadas