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Hansi Flick, entrenador del FC Barcelona, intuye que la actual temporada será muy complicada. Más que la anterior. El factor sorpresa se ha desvanecido y asume que deberá introducir cambios tácticos para no ser un equipo previsible. Sabe también que la presión será máxima tras ganar la Liga, la Copa del Rey y la Supercopa del pasado ejercicio. Y conoce perfectamente los problemas económicos de un club que vive al límite.

El Barça está en manos del equipo. Joan Laporta depende de Flick y su gestión de la plantilla. Sabe el técnico alemán que algunos males parecen endémicos. El pasado invierno lo pasó mal con los problemas para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, resueltos gracias a la mediación del CSD.

Las inscripciones

Flick preguntó a Laporta si el problema se prolongaría un año más y el presidente no contentó al técnico con su respuesta. A dos semanas para que comience la Liga, Joan García y Marcus Rashford, los dos fichajes más sonados del verano, todavía no han sido inscritos. Tampoco, Szczesny.

Dani Olmo, junto a Juan Hernández, que entrena con el primer equipo del Barça FCB

El entrenador del Barça, de momento, mantiene un tono positivo. Optimista. A finales de julio, sin embargo, no pudo disimular su malestar por los problemas con la gira asiática.

El partido de Kobe

En una conversación con Laporta captada por las televisiones, Flick expresó su disgusto al presidente en Japón. Un día antes de la fecha programada para el primer amistosos contra el Vissel Kobe, el club anunció que suspendía el primer partido en tierras niponas por impago de las cantidades pactadas con el promotor.

Roony Bardghji y Jules Koundé en un partido contra el Vissel Kobe FCB

La mediación de Rakuten, antiguo patrocinador del Barça, salvó el partido, pero la plantilla barcelonista viajó con retraso, tras muchas horas de incertidumbre. Flick, siempre comedido, lamentó lo sucedido en su comparecencia ante los medios de comunicación.

Gira millonaria

Flick, no obstante, ha podido diseñar una pretemporada a su medida, con partidos poco exigentes, evitando a rivales de primera línea, como en años anteriores. El Barça, no obstante, ha ingresado un fijo de 15 millones de euros por los amistosos disputados en Japón y Corea del Sur.

Ter Stegen y Hansi Flick en un montaje sobre el Camp Nou Culemanía

El entrenador del Barça tiene otro motivo de preocupación: Ter Stegen. El portero alemán es un jugador especial, con pocos amigos en el vestuario, pero respetado por sus compañeros. Públicamente, los futbolistas no hablan de su futuro en el club, pero sí se han posicionado a favor de que siga siendo el capitán del primer equipo.

Malestar con Ter Stegen

En el Barça son los jugadores quienes eligen a sus capitanes. Flick no es partidario de intervenir en un asunto privado, pero en la cúpula del club están muy molestos con Ter Stegen por varios motivos. La pasada temporada presionó al técnico con jugar una hipotética final de la Champions y, después, no quiso dirigirse a los aficionados durante la celebración de la Liga, en Montjuïc.

Joan Laporta, Marcus Rashford y Joan García, en un montaje con el nuevo Camp Nou de fondo MONTAJE CULEMANIA

Laporta y su director de fútbol, Deco, también lamentaron que Ter Stegen cifrara en tres meses el tiempo que estará de baja antes de operarse de la rodilla. Si el tiempo de recuperación es de cuatro o más meses, el Barça podría inscribir automáticamente a Joan García, rival directo del portero alemán.

Flick, un hombre tranquilo, detecta muchas movidas en el Barça. Con contrato hasta junio de 2027, ha logrado que los directivos no se inmiscuyan en su trabajo, pero desearía un poco más de tranquilidad y estabilidad en el club.

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