El Villarreal celebra el gol de Comesaña ante el Barça

El Villarreal celebra el gol de Comesaña ante el Barça EFE

Primer equipo

Al Barça le puede la pereza en la celebración de Liga contra el Villarreal: primera derrota de 2025

El equipo de Hansi Flick, muy apático, consiguió darle la vuelta al tanto inicial del conjunto 'groguet', pero sufrió una remontada en la segunda mitad

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El Barça quita el pie del acelerador con la Liga ganada y después de recibir el pasillo de honor por parte del Villarreal. El partido del equipo de Hansi Flick careció de la intensidad que los jugadores siempre le imprimen al juego. Empezó perdiendo, le dio la vuelta al resultado, pero se dejó remontar (2-3). A los azulgranas, después de la rúa, les dio pereza la jornada. Perdieron por primera vez en Liga en 2025.

Flick, como siempre, fue pragmático. Sembró él las dudas con sacar a un once exclusivamente con jugadores de la Masía, pero le pudieron las ganas de terminar 2025 sin perder en la Liga. Así que puso una alineación llena de efectivos contrastados: Ter Stegen; Éric, Cubarsí, Iñigo, Martín; Gavi, Pedri, Fermín; Lamine, Lewandowski y Raphinha.

Jarro de agua fría

El Villarreal aguaba la fiesta nada más empezar. Filtraba el equipo groguet entre líneas y Nicolas Pépé, que había hecho los deberes, dio un pasito hacia atrás para no cruzar el centro del campo. A la espalda, el extremo francés encontró un pasillo enorme, se la pasó a Ayoze y el centrocampista tinerfeño batió a Ter Stegen en el uno contra uno.

Ayoze celebra su gol en el Barça-Villarreal

Ayoze celebra su gol en el Barça-Villarreal EFE

El Barça, flamante campeón, sigue cometiendo el mismo error. Encaja primero y entonces debe ir a remolque. A pesar del jarro de agua fría, los azulgranas no tenían problemas para crear peligro en ataque. Fermín falló dos disparos a bocajarro en los primeros diez minutos.

La magia de Lamine Yamal

Si Junior Reis ya frustró los intentos de Fermín, ahora se empeñaba en apartar a Lewandowski de la lucha por el pichichi. El meta del Villarreal tapó un cabezazo en boca de gol del artillero polaco. Pépé, con el Barça volcado en ataque, seguía causando estragos a campo abierto.

Lamine Yamal esquiva a un defensa en el Barça-Villarreal

Lamine Yamal esquiva a un defensa en el Barça-Villarreal EFE

El Barça no lograba derrumbar la muralla amarilla. Solo podía hacerlo el mejor jugador del mundo: Lamine Yamal. El genio de Rocafonda partió desde el vértice del área. En estático. Dribló a dos defensores y calcó la definición del clásico. Es ya marca de la casa, su tiro con efecto al palo largo. Como con Messi o Robben, todo el mundo sabe lo que va a hacer, pero nadie es capaz de frenarlo.

Otro 'zurdazo'

El equipo de Flick tropezó con la misma piedra de siempre, pero de nuevo se volvió a reponer. Terminaba la primera parte con otra genialidad de Lamine y con un golazo de Fermín, a quien le cayó un rebote en la media luna y, sin dejarla caer, sacó un zurdazo imposible para Junior Reis.

La celebración de Fermín López tras marcar al Villarreal

La celebración de Fermín López tras marcar al Villarreal EFE

En la segunda mitad, Flick siguió con su praxis. Pudiendo dar minutos a jugadores menos habituales, en el descanso apostó por la calma de Frenkie de Jong y la velocidad de Alejandro Balde. Le tocaba descansar a Pedri y Martín.

Vuelta a empezar

Y el guion de la primera parte se repitió. Tras el pitido del árbitro, el primero en marcar era el Villarreal. Álex Baena filtraba un balón exquisito y recibía, con un Iñigo que rompía el fuera de juego, Comesaña dentro del área. La picadita por encima de Ter Stegen dejó boquiabierto al Lluís Companys.

Santi Comesaña supera a Marc André ter Stegen en el Barça-Villarreal

Santi Comesaña supera a Marc André ter Stegen en el Barça-Villarreal EFE

A partir del empate groguet, el partido ganó en templanza, como si ninguno quisiera hacer sangre. A falta de un cuarto de hora, Lewandowski y Éric se marcharon para dejar pasó a Héctor Fort y Pau Víctor. Pero ningún cambio hizo efecto y levantó la energía del Barça. Un centro de Cardona cruzaba toda el área y el fallo de Gerard Moreno, que no golpeaba el balón, dejaba completamente solo a Buchanan, que marcaba el tercero del Villarreal.

Flick, con cara de pocos amigos, sacó a Gavi del campo para meter al desatascador Dani Olmo. Hansi quería la victora, pero primó más la apatía de un Barça que, esta temporada, ya se irá con la barriga llena. La derrota no amarga al equipo, solo a un Ansu Fati que no pudo despedirse de su afición, ni salió a calentar en toda la segunda mitad. A la afición poco le importó. Dijo adiós al partido, pese al resultado, al grito de "¡campeones, campeones!".