Jules Koundé, el héroe del Barça que triunfa en la tierra que lo encumbró: de llegar el último a ser el primero de la clase con Flick

En Sevilla destacó como futbolista y en Sevilla se consagró como uno de los mejores futbolistas del mundo en su posición. Porque, a pesar de las reticencias que mostró en su primera temporada para jugar como lateral diestro, Jules Koundé ha descubierto que puede ser una leyenda del Barça por la banda, tras sobresalir en el Sánchez Pizjuán como central.

Y fue precisamente en la ciudad sevillana en la que, con un gol en el minuto 116 ante el Real Madrid, Jules dio al Barça su Copa del Rey número 32. Koundé, con una jugada, demostró porque es decisivo como lateral. Leyó el pase de Luka Modric, se adelantó a Brahim Díaz y solo le hicieron falta dos toques. El del control y el del disparo que batió a Thibaut Courtois.

Adaptación al Barça

Con una jugada, el futbolista de 26 años evidenció porque su adaptación al Barça y a jugar por la banda es total. Un carrilero, en el club azulgrana, siempre ha sido amenazante en ataque. Pues esta temporada, el jugador nacido en París ya llevado 4 goles y 8 asistencias en 52 partidos disputados.

Koundé marca el gol de la victoria del Barça ante el Real Madrid en la final de la Copa del Rey EFE

Antes, ni siquiera él mismo podía pensar en que terminaría siendo tan importante para un técnico como lo está siendo para Hansi Flick. Es su futbolista más utilizado. Lleva 4.381 minutos, que irán a más en las semifinales de la Champions League contra el Inter de Milán. Y todos como lateral, cuando, en un principio, no quería jugar en dicha posición e insistió a Xavi Hernández, su descubridor ahí, en mantenerse en el eje de la zaga.

Clave ante el Inter

Ahora, después de acomodarse a la banda, deberá cubrir las internadas de Federico Dimarco y las cabalgadas de Marcus Thuram, si juega como titular, y Lautaro Martínez en la punta de ataque. En una defensa con Pau Cubarsí e Iñigo Martínez, las piernas de Koundé son claves por su capacidad de corrección y frenar los contragolpes nerazzurris.

Jules Koundé defiende a Luis Suárez en un partido entre Sevilla y Barça EFE

Jules Koundé y Xavi Hernández, antes de un entrenamiento con el Barça / REDES

Todas estas facetas es la que le han permitido hacerse un hueco en la élite del fútbol. Fue el Sevilla el que le fichó del Girondins de Bourdeaux, donde se formó, en 2019, por 35 millones de euros. A los tres años, costó el doble. El Barça pagó 50 millones más unos 10 en variables. Ahora, a la espera de hacer hueco en el Fair Play, negocia una renovación hasta 2030.

Una infancia complicada

Flick es el primero que pide su renovación, a pesar de los errores de Jules con las impuntualidades. El jugador francés no tiene competencia alguna. Hasta en tres ocasiones Koundé ha llegado tarde a una charla del míster, algo que nunca le ha hecho perder su condición de indiscutible en la plantilla.

Pero no todo ha sido un camino de rosas. La infancia de Koundé no fue fácil. En 2021, el jugador del Barça concedió una entrevista para Onze Mundial en la que confesó que de niño era "malo". De pequeño, pagaba la frustración con su madre. "No soportaba perder y me estaba volviendo loco. Tuve un período en el que era terrible con mi madre. Recuerdo haberle pateado las piernas. Cuando llegaba a casa me enfadaba y hacía algunas cosas feas, pero ese período duró poco", confesó.

Un carácter fuerte

"En la escuela era un buen estudiante, pero no me gustaba que me cuestionaran sobre cosas en las que no me iba bien. Tenía muy buenas notas, pero a veces con un comportamiento al límite", agregó. Ahora su personalidad se ve reflejada en su manera de vestir, que no pasa desapercibida.

Un 'outfit' de Jules Koundé durante la temporada 23-24 REDES

Por seguir las tendencias, Koundé ha recibido comentarios homófobos. Pero él sigue a la suya y, en el pasado Mundial, ya se declaró totalmente en contra de la extrema derecha francesa. Sus convicciones, trabajo duro y obsesión con mejorar es lo que le han convertido en uno de los mejores laterales del mundo. En Sevilla, ciudad que le vio crecer como jugador, pasó a los libros de historia del Barça.