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Jules Koundé es el titán del Barça. El hombre de confianza, por excelencia, de Hansi Flick. El defensa francés es el jugador con más minutos de la plantilla, con 4.261. No se lesiona, y pese a tener días buenos, y otros no tan buenos, siempre da el 100%. Es incansable y, precisamente por ello, fue el encargado de ganar la Copa del Rey para su equipo.

En el minuto 116, ante todo un Real Madrid, cuando todos los compañeros iban justos de energía, Koundé sacó fuerzas de donde pudo. E hizo de defensa y atacante a la vez. Interceptó un pase, se plantó en la media luna del área contraria y sacó un latigazo, raso, imparable para Thibaut Courtois.

Jules Koundé celebra el 3-2 al Real Madrid, en la final de la Copa del Rey EFE

Koundé se fue de La Cartuja como el héroe del partido. Por su agónico gol, pero también porque, en defensa, donde más destaca, no tuvo ni un solo error. El lateral del Barça tuvo la difícil tarea de marcar a Vinicius Júnior. El delantero brasileño creó peligro, pero estuvo muy lejos de su mejor versión.

Jules, así, cierra casi una temporada perfecta en el Barça. Al principio, se mostró reticente a jugar como carrilero. Pero se ha adaptado a la posición y, si juega Lamine Yamal, Koundé parece su mejor socio. Es imprescindible en el Barça y su gol pasará a los anales de la historia culé. Gracias a él, los 30.000 seguidores desplazados a Sevilla se fueron contentos.

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