Ronald Araujo es otro los grandes protagonistas de la clasificación del FC Barcelona a cuartos de final de la Champions. La expulsión que sufrió Pau Cubarsí en la ida de la eliminatoria abrió la puerta de la titularidad al central uruguayo en los dos encuentros contra el Benfica. Su presencia en el campo da al Barça más contundencia en los choques, pero también menos opciones en salida de balón.
Por esa razón, Hansi Flick ideó un plan para camuflar los defectos de Araujo con el balón en los pies. El míster alemán sabe que el zaguero charrúa no puede tener tanta responsabilidad en fase ofensiva, teniendo como referencia los errores que cometió el año pasado contra el PSG en cuartos de final. El movimiento táctico del entrenador del Barça fue proteger a Ronald con jugadores con mayor técnica asociativa.
Protección para Araujo
Para esconder los efectos de Araujo, el plan de Flick fue rodearle de varios futbolistas que se hicieran cargo de la salida de balón. Jules Koundé jugó casi como tercer central para acompañar al uruguayo, a diferencia de otros partidos que suele subir más en la banda derecha.
Los jugadores del Barça, muy cerca de Araujo en el inicio de una jugada
Araujo mueve el balón en el inicio de una jugada del Barça contra el Benfica
Mientras que jugadores como Frenkie de Jong, Pedri y Dani Olmo se acercaron más a ese sector derecho para favorecer la circulación de balón. Bajo ese contexto propiciado por el técnico culé, Araujo no se vio en la necesidad de asumir tantos riesgos con el esférico. Muchos de los pases del central sudamericano fueron horizontales, lo que supuso más responsabilidad para el resto de sus compañeros.
Feroz competencia
Araujo sabe que todavía necesita mejorar mucho para hacerse con un hueco en el once de gala. Flick valora más la pareja formada por Pau Cubarsí e Iñigo Martínez por el talento de ambos en fase ofensiva. Además, los dos jugadores interpretan a la perfección la trampa del fuera de juego.
El central uruguayo, que firmó en enero su renovación hasta el 30 de junio de 2031, espera convencer a Flick para convertirse en el tercer central del Barça. Es un rol que se mantiene en disputa con Éric García, que con el balón en los pies es más talentoso que Araujo.