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Hansi Flick tiene el visto bueno de Joan Laporta, de Deco y de la inmensa mayoría de sus futbolistas. El técnico alemán, recuperados casi todos los lesionados, tiene buenas sensaciones. Asegura que el Barça "ya funciona como un equipo", aunque matiza que quedan algunas cosas por corregir. Y dos o tres decisiones suyas son muy debatidas por los barcelonistas.

El debate de la portería se apaga, día tras día. El Barça todavía no ha perdido un partido con Szczesny. El futbolista polaco "es el número uno", insiste Flick, satisfecho con sus últimas actuaciones. Contra el Atlético estuvo inspirado.

La portería

El gran damnificado por la titularidad de Szczesny es Iñaki Peña. Su futuro en el Barça, ahora, es incierto. El portero alicantino, con contrato hasta 2026, no descarta su salida del club en verano y mucho menos si el guardameta polaco sigue un año más.

El otro debate futbolístico pasa por el centro del campo. Ahí tiene dos dilemas. En la mediapunta puede decantarse por Gavi o por Dani Olmo, mientras que Casadó y Frenkie de Jong compiten por ser titulares como mediocentro. Con permiso de Éric García.

Casadó, ausente

Frenkie es un mediocentro más móvil. Es un futbolista que conduce mucho la pelota y rompe líneas. Casadó, en cambio, es más intenso. Recupera más pelotas, pero tiene problemas para conectar con los delanteros ante rivales que juntan mucho las líneas.

Pedri y Frenkie de Jong se felicitan en Montjuïc, tras el gol del volante canario al Atlético de Madrid EFE

Marc Casadó controla el balón durante un entrenamiento del Barça FCB

Flick sabe que se equivocó con los cambios contra el Atlético de Madrid. En los últimos minutos, el Barça necesitaba menos vértigo y más control. Sin Frenkie y Pedri, el equipo cayó en la trampa de su rival. Y sorprendió al prescindir de Marc Casadó. Se decantó por Éric y el Barcelona se quedó sin brújula ni liderazgo.

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