El Barça de Flick se conjura para otra noche épica en el Metropolitano: en busca del póker histórico

El Barça de Hansi Flick es un equipo transparente. Demasiado, tal vez. Levantó un partido que comenzó muy mal con una exhibición futbolística impresionante, pero no supo gestionar un marcador muy favorable cuando la eliminatoria pedía más cabeza y menos corazón. El pase a la final de la Copa del Rey se decidirá en el Metropolitano y el grupo barcelonista necesitará una noche épica para tumbar a un Atlético con más fútbol, pero menos carácter. 

El Barça, con Flick como ideólogo, es un equipo en construcción. El Atlético, en cambio, es un bloque que ha mutado. El actual Atlético de Simeone tiene más clase, pero es menos aguerrido y competitivo. Con todo a su favor, recibió dos goles en sendos saques de esquina. Empató al final porque el conjunto azulgrana acabó exhausto, incapaz de anular a Correas y, sobre todo, a Sorloth.

El gol de Sorloth

Sorloth ya ha silenciado Montjuïc dos veces. En la Liga y en la Copa. Siempre marca y lo hace cuando los partidos se diluyen. El delantero noruego es una pesadilla para un Barça con más fútbol, para un Barça al que le sobraron los primeros cinco minutos y los últimos.

Hansi Flick celebra uno de los goles del Barça al Atlético EFE

El Barça ya sabe que la final de la Copa del Rey pasa por ganar en el Metropolitano. Ya ha salido victorioso de Mestalla, de Montilivi, del Bernabéu y del Pizjuán, entre otros estadios. Flick todavía no ha encontrado la fórmula para derrotar al Atlético, pero su equipo nunca encoge. Le van los retos.

Lamine y Pedri

Campeón de la Supercopa, tras fulminar al Real Madrid en la final (2-5), el Barça sueña con un póker histórico. No tira ninguna mano y tiene cartas muy buenas. La mejor, Lamine Yamal, un chaval de 17 años que nunca se esconde y siempre se inventa alguna jugada maravillosa. Contra el Atlético fabricó el cuarto gol. El de Lewandowski.

Lamine Yamal felicita a Pau Cubarsí por su primer gol con la camiseta del Barça EFE

El Barça, a un cuarto de hora del final, estaba eufórico. Tenía al Atlético contra las cuerdas, pero perdió la brújula cuando Flick sentó a Pedri. El tercer gol rojiblanco, marcado por Correas, anticipó que la noche acabaría mal. O, como mínimo, de manera muy distinta a como debía terminar.

Flick y Laporta

Flick, tan metódico y perfeccionista, tiene trabajo por resolver. La mejor versión del Barça no es suficiente si el equipo desconecta 10 minutos. El Atlético penaliza cualquier duda o error, pero el actual Barça tiene muchos más recursos que hace uno o dos años. También tiene más ambición y deseo.

Pedri, durante el Barça-Atlético en Montjuïc EFE

En Montjuïc, el Barça fue una montaña rusa contra el Atlético. Con subidas y bajas vertiginosas. Seguro que Flick ya vislumbra la solución para ganar en el Metropolitano y darle una nueva alegría a Laporta, un presidente que vive en conflicto permanente, ya sea con Tebas o con la Grada d'Animació. El máximo dirigente vive al día, confiado en su capataz y los futbolistas para salvar un curso muy movido a un año vista para la convocatoria de nuevas elecciones. En el Metropolitano, él también se juega mucho.