El crack del Barça más castigado por la irrupción de Dani Olmo: directo al banquillo

La inscripción tardía de Dani Olmo en la Liga sentó como agua de mayo al Barça. La mejor noticia a la que aferrarse ante la cruel baja de Marc Bernal, que había descerrajado la puerta del primer equipo con 17 años. El fichaje estrella del FC Barcelona ha caído de pie en la capital catalana con dos goles en dos partidos. La pieza que le faltaba al engranaje de Hansi Flick juega mucho y, sobre todo, hace jugar.

Una carta de presentación difícil de mejorar, aunque las actuaciones del mediapunta egarense contra Rayo Vallecano y Real Valladolid abarcan mucho más que los tantos. Siguiendo los pasos de Joao Félix, el canterano azulgrana ya ha tenido tiempo de lamentar tres balones al palo y un gol anulado en 127 minutos. Por contra, la asombrosa irrupción del 20 ha relegado al banquillo a otro atacante de la rotación: Ferran Torres.

Oportunidad desperdiciada

El delantero valenciano se marchó en blanco de las tres primeras jornadas de Liga, todas ellas como titular. El extremo de 24 años estrenó especialmente espeso la competición doméstica ante el Valencia. La inactividad, con el escaso rodaje del Trofeo Joan Gamper, había pasado factura a Ferran. 

Los futbolistas del Barça festejan la goleada contra el Valladolid FCB

Como de costumbre, los desmarques al espacio fueron su mejor baza. El crack de Foios se entonó frente al Athletic Club, más participativo por dentro. Y se diluyó definitivamente en Vallecas, donde Dani Olmo lo adelantó por la derecha. Cero goles en tres apariciones de inicio.

Curiosamente, en su primera suplencia Ferran firmó su mejor actuación. Cabe decir, contra un Valladolid entregado a la superioridad azulgrana. Pero un tanto y una asistencia en 17 minutos no son baladí. De ahora en adelante, el revulsivo habitual de Flick tendrá que rebelarse desde el banquillo.

Espectacular

En el otro lado de la balanza, Dani Olmo ha robado el corazón a los culés. El exjugador del RB Leipzig tardó un minuto en forzar un penalti que César Soto Grado le negó en Vallecas. Ni 10 minutos se demoró en sacarse un trallazo de larga distancia que escupió el larguero. Y la guinda, el gol de la victoria. Control orientado con la pierna derecha y rosca con la izquierda.

En su primera aparición en Montjuïc, el recital del crack de 26 años fue a más. La zaga vallisoletana enloqueció con los pases filtrados de Olmo, la válvula que conectaba la medular con la delantera. A placer marcó el gol abrelatas a las primeras de cambio, ligeramente adelantado por fuera de juego. Ya había estrellado un remate en la madera, y volvió a ajustar demasiado una rosca contra el poste al filo del descanso. En la reanudación culminó el set (6-0) tras desarmar con pasmosa facilidad la línea defensiva rival.