Tarjeta amarilla: Ferran Torres

Tarjeta amarilla: Ferran Torres

Primer equipo

Tarjeta amarilla: Ferran Torres

El delantero valenciano del Barça fue el peor futbolista azulgrana en Almería en una de las últimas oportunidades que le quedaban para demostrar algo este curso 

17 mayo, 2024 02:03

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Ferran Torres no despega. Desde que fichó por el FC Barcelona solamente ha tenido dos momentos de fluidez en su juego y de acierto goleador. Ambos han sido en la presente temporada: el inicio de curso, donde arrancó con tres dianas --Cádiz, Villarreal y Betis-- en los primeros cinco partidos de Liga, y a principios de año, donde anotó cinco goles en enero --Las Palmas (1), Unionistas (1) y Betis (3)--, pero poco más. Desde que se lesionó, el pasado 31 de enero contra el Osasuna, no ha vuelto a sobresalir. Ni tampoco a marcar. 

Este jueves, contra el Almería, Ferran fue el futbolista que menos aportó al partido. El peor. Aunque también estuvo muy flojo Robert Lewandowski, Koundé volvió a cantar en defensa, Pedri sigue sin coger el ritmo y Sergi Roberto repitió regalos defensivos de los que suelen castigar al equipo --el Almería perdonó varias ocasiones muy claras--, Ferran acaba como el peor del partido por varios motivos. Fue el único delantero que no disparó a portería, tan solo tuvo una pobre ocasión en un córner, a través de un horrible remate de cabeza. Incluso Joao Félix y Vitor Roque, que jugaron los minutos de la basura, fueron capaces de generar más que el tiburón valenciano. 

Ni contra el colista 

El encuentro de Ferran volvió a ser para el olvido en un momento en que Raphinha --que no jugó por decisión técnica-- le ha pasado por delante en el perfil izquierdo y el propio Fermín López se encargó de demostrar que puede aportar mucho más en ataque, con un doblete que confirma su brillante momento. Ferran no ha demostrado nunca ser un jugador top para el Barça, nunca ha justificado los 65 millones que costó y en la que, posiblemente, sea su última titularidad de la temporada ha vuelto a pasar con más pena que gloria. No hay manera. Ni con el colista ya descendido.