El Barça tenía el partido controlado. O eso parecía. Míchel Sánchez necesitaba un revulsivo, un jugador que agitara el duelo, y dio entrada a Portu. Lo que no esperaba el técnico del Girona es que Sergi Roberto le regalara un balón a Dovbyk y la acción la culminara Portu, anticipo de la pesadilla culé y la fiesta gerundense.
El erro de Sergi Roberto tuvo un efecto devastador para el Barça. Como la expulsión de Araujo contra el PSG. Fue otra jugada letal que castigó a un equipo que cerrará el curso con suspenso y con un futuro muy incierto.
Las disculpas del capitán
Sergi Roberto asumió el error. Y pidió disculpas. "Ha sido un error mío y me voy cabreado. Pido perdón al equipo. No nos merecíamos este resultado y nos vamos enfadados", comentó Sergi Roberto al acabar el partido. "Estamos dolidos porque creo que ha sido injusto. Hasta el empate estábamos muy bien. Ahora tenemos que esperar un pinchazo del Girona", ha añadido el centrocampista de Reus.
El fallo de Sergi Roberto penalizó a un Barça que regaló la Liga al Real Madrid y ha sido superado por el Girona a cuatro jornadas del final. El futbolista, sin embargo, espera renovar su contrato hasta junio de 2025.