El Real Madrid ya toca la Liga y el Girona y el Barça, rivales este sábado en Montilivi, se juegan el segundo puesto. No es un premio históricamente muy goloso, pero sí tiene su importancia económica. El premio por ser subcampeón de Liga es jugar la próxima Supercopa de España, un objetivo muy de mínimos para el equipo azulgrana.
Xavi Hernández terminará el curso con suspenso. Igual que el equipo. Pero sabe que para empezar bien el próximo le conviene terminar el actual con dignidad. Y, a poder ser, con una victoria de prestigio. Montilivi no es un campo fácil pues el Girona ha sido el equipo revelación.
El precedente de Montjuïc
En Montilivi, Xavi alineará a Ter Stegen; Koundé, Araujo, Cubarsí, Cancelo; Christensen, Sergi Roberto, Gundogan, Fermín; Lamine Yamal y Lewandowski. El técnico ha optado por reforzar el centro del campo con Sergi Roberto y ha prescindido de Raphinha.
El técnico del Barça plantea el partido con muchas precauciones, convencido de que la clave pasará por tener el control del balón y minimizar riesgos en defensa.