Primer partido de la nueva era de Xavi como entrenador dimisionario en activo

Xavi Hernández se siente liberado. También, derrotado. Su etapa como entrenador del Barça ya tiene fecha de caducidad. El curso actual empezó mal y acabará peor. Solo en septiembre tuvo buenas sensaciones el técnico de Terrassa, totalmente superado en enero. La humillante derrota ante el Real Madrid en la final de la Supercopa, la eliminación de la Copa del Rey y los cinco goles que le endosó el Villarreal al equipo azulgrana en Montjuïc fueron su sentencia. Hoy pasará otra prueba.

Barcelonista desde pequeño y hombre de club, Xavi quiere terminar bien en el Barça. O, al menos, de la mejor forma posible. El objetivo de mínimos es acabar la Liga entre los cuatro primeros y competir bien en la Champions.

La respuesta de la afición

Cuatro días después de anunciar que dejará el Barça al acabar esta temporada, Xavi volverá a dirigir un partido. Falta por ver la reacción de la afición y también de los medios de comunicación. La visita de Osasuna es un buen momento para calmar tensiones.

Aseguró Xavi que no quiere ser un estorbo en el club. También deslizó que su anuncio debe permitir a los jugadores afrontar el tramo final de la temporada con menos presión. Pero para el entrenador del Barça cada partido será un examen. Tiene poco a ganar y mucho que perder.

Preocupación de Laporta

El Barça, hoy, está a 11 puntos del Girona y a 10 del Real Madrid. Nadie piensa en ganarla, pero sí en terminar la Liga con dignidad. En Pamplona, el Barça ganó con mucho sufrimiento. En Montjuïc necesita una victoria más tranquila. Y muchos jugadores esperan mejorar su nivel en los próximos meses antes de un verano que se prevé movido y caliente.

Los jugadores del Barça saludan a la afición tras ganar al Almería antes del viaje a Dallas EFE

Preocupado por la respuesta de la afición, el presidente del Barça, Joan Laporta, inventiva ahora que los hinchas acudan masivamente a Montjuïc, regalando dos entradas a los socios que tengan entre 18 y 30 años.