La sorpresa inesperada que revitaliza el estado de ánimo en el vestuario del Barça

Curtido en mil batallas con el FC Barcelona, Carles Puyol ha sido el gran protagonista del entrenamiento este miércoles, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. La leyenda culé visitó al primer equipo blaugrana para saludar a su gran amigo, Xavi Hernández, y a sus pupilos y jugadores, aprovechando que algunos de ellos no se han desplazado con sus respectivas selecciones.

La visita de Puyol no tenía otra razón de ser que insuflar ánimos a todos los presentes, con el objetivo de superar el bache de juego y también anímico de cara a los trascendentales compromisos que se avecinan ante Rayo Vallecano, Oporto, Atlético de Madrid y Girona.

Puyol insufla ánimos

El de La Pobla de Segur ha querido enviar un mensaje de respaldo: "Siempre es bueno encontrarte con amigos. Con Xavi hemos vivido muchas cosas y estoy muy contento de estar aquí. Le veo bien, creo que sabe perfectamente dónde está, un club como el Barça que es muy exigente", ha señalado.

El abrazo entre Xavi Hernández y Carles Puyol FCB

"Ahora estamos en un momento difícil, pero estoy seguro de que lo va a gestionar y sabrá transmitir la confianza a los jugadores que son los que tienen que tirar del carro y dar la vuelta a la situación", ha dicho tras saludar a los presentes.

Aislarse de las críticas

Ha pedido al equipo, además, que se aísle de las críticas externas. "Ya conocemos la casa, cuando se pierden dos partidos o hay dos partidos en los que no se juega del todo bien, hay muchas críticas. La exigencia es máxima en el equipo y en Xavi. Hemos tenido momentos difíciles con lesiones y eso siempre dificulta el juego del equipo, pero tengo confianza y las valoraciones se deben hacer a final de curso".

Carles Puyol, saludando a Balde tras saludar a Xavi FCB

A sus 45 años, cabe recordar que Puyol coincidió con Xavi en la peor etapa del club, con cinco temporadas sin títulos --1999-00 a 2003-04--, y también la mejor con tres Champions League en 2006, 2009 y 2011, hasta que se retiró en 2014. Un año después, Xavi levantó una orejona más antes de irse a jugar a Qatar.