Peor, imposible. La primera derrota del Barça en Montjuïc fue especialmente dolorosa. Fue ante el Real Madrid, que abre una brecha de cuatro puntos en la Liga. Jude Bellingham, el gran fichaje del verano, fue el verdugo de los barcelonistas.
Cádiz (2-0), Betis (5-0), Celta (3-2), Sevilla (1-0) y Athletic (1-0) habían perdido en Montjuïc. También, el Amberes (5-0) y el Shakhtar (2-1). El Barça había ganado los primeros siete partidos en Montjuïc y sus números eran muy buenos. Había marcado 19 goles y había encajado tres.
El octavos partido era el más importante. El Real Madrid visitaba Montjuïc, un escenario en el que perdió la final de la Copa del Rey de 2004. Y el clásico empezó muy bien para el Barça, dominador en la primera parte, que terminó con 1-0. Mereció más recompensa el equipo de Xavi, al que no le pitaron un penalti a Araujo.
De más a menos
El Barça superaba al Real Madrid, con un Gavi estelar, un Fermín muy activo y un Gundogan clarividente. En el segundo acto, sin embargo, el equipo azulgrana retrocedió.
El Real Madrid, con Modric en el campo, fue otro equipo. Se adueñó del balón y oteó sin complejos la portería de Ter Stegen. El clásico se igualó y Bellingham lo decidió con dos goles.
Derrota muy cruel
La derrota fue muy cruel para el Barça. En los malos momentos, nunca renunció a penalizar a un Madrid que fue de menos a más. Las ausencias de Pedri y Frenkie de Jong no se notaron en la primera parte, pero sí tras el descanso, cuando el actual campeón de Liga se quedó sin gasolina.
Disputadas 11 jornadas de Liga ya se han encendido todas las alarmas en el Barça. El Madrid ya está a cuatro puntos y el próximo fin de semana visita Anoeta. No es un buen rival la Real Sociedad en tiempos de dudas y urgencias.