No podrán venir todos. Por más nombres que suenen para el mercado invernal, con Vitor Roque y Leo Messi copando los focos, la realidad económica del FC Barcelona manda. Y lo más probable es que sólo pueda aterrizar finalmente un refuerzo durante el mes de enero, si es que acaba siendo posible.
Un efectivo que con toda probabilidad sería un delantero, por lo que casi está descartado que llegue un relevo para Oriol Romeu en la posición de pivote defensivo. Al menos, a corto plazo. El ex del Girona es el único componente de la plantilla del primer equipo que no tiene un recambio natural, si bien es cierto que jugadores como Frenkie de Jong --actualmente lesionado-- pueden desempeñar esa función de forma puntual.
La renovación de Frenkie
Desde Culemanía hemos podido saber que el Barça no puede inscribir si no sale nadie. Excede el límite salarial en 134 millones de euros --de los 270 permitidos a los 404 de salarios del primer equipo--, y la única forma de poder inscribir es que salga un jugador y entre otro por el 50% del salario que sale.
En este sentido, se podría utilizar una renovación a la baja de un futbolista importante para prolongar su contrato y rebajar la ficha actual a cambio de incentivarla en el futuro. El elegido no sería otro que Frenkie de Jong, y en el Barça confían en que este tipo de reducción salarial sea suficiente para que la Liga acepte inscribir un nuevo salario simbólico. Sea el de Vitor Roque, el de Leo Messi o de quien sea.
Los pivotes mejor valorados
Difícilmente será un pivote defensivo. De las opciones que se habían barajado, Guido Rodríguez, del Betis, era la que más convencía al cuerpo técnico. A sus 31 años acaba contrato el próximo verano y es una oportunidad de mercado. Sin embargo, no se contempla su llegada en el mercado invernal.
Lo mismo puede decirse de Arthur Vermeeren, del Amberes, uno de los jóvenes valores que se están monitorizando desde hace meses. Tampoco se va a mover nada en enero por Sergi Altimira, otro centrocampista del Betis que gusta mucho al cuerpo técnico, ni por los brasileños Gabriel Moscardo y Andrey Santos. Tocará esperar a agitar el árbol de cara al próximo verano.