Que todos los jugadores de élite --o la gran mayoría-- sueñen con vestir algún día la camiseta del FC Barcelona no quiere decir que no se guarden las espaldas. Más aún con la crisis económica que acecha a la entidad desde la pandemia, y que le obliga a hacer malabares financieras para mantener la competitividad en todos los torneos.
Problemas con las inscripciones
Falta semana y media para que empiece la Liga 2023-24, y actualmente tan sólo son 13 los jugadores inscritos de la primera plantilla. Falta por incluir, entre otros, a los nuevos fichajes Íñigo Martínez, Ilkay Gundogan y Oriol Romeu.
Los problemas de Fair Play financiero y masa salarial, de hecho, han impedido ya que Vitor Roque pueda aterrizar en el Barça este mismo verano, rechazando su llegada a la capital catalana hasta enero o julio de 2024. En el caso de Gundogan, el ex del Manchester City se guardó una carta en forma de cláusula liberatoria.
Hace un mes, en Culemanía explicamos que el centrocampista germano podría marcharse gratis del Barça en unos días, sin disputar ni un minuto. Naturalmente sería un caso extremo y que no se dará salvo sorpresa mayúscula, pero los problemas económicos del conjunto catalán están poniendo en peligro la inscripción de Gundogan, un contratiempo recurrente en los últimos tiempos.
A la espera de la palanca secreta
El FC Barcelona necesita urgentemente la activación de una palanca secreta de Laporta, a fin de recibir 60 millones de euros en los próximos días. Con ese dinero, será posible conseguir las inscripciones en Liga de los jugadores que se encuentran en el limbo, siguiendo así con el Plan de Viabilidad presentado a la patronal de Javier Tebas a lo largo de los últimos meses.
La cuestión es que, ante la posibilidad de que el Barça no lograse llegar a sus objetivos económicos, Gundogan dispone de una cláusula en su contrato por la que podría salir libre, según recuerda el periodista Toni Juanmartí en el programa Onze de Esport3. Si el Barça no inscribe al jugador antes del primer partido de Liga, éste podrá irse gratis y, encima, el club le tendrá que pagar el primer año del contrato firmado con la entidad catalana. Nuevo problema añadido para la junta de Laporta, aunque esperan que se resuelva con el paso de los días.