El anuncio de Ilkay Gundogan como primer fichaje bomba del FC Barcelona solo integra la punta del iceberg en este mercado estival. Detrás del volante alemán irán tres demarcaciones que la directiva azulgrana reforzará indudablemente durante los próximos meses. Un delantero centro, un defensa central de perfil zurdo y un mediocentro aterrizarán en Barcelona para jugar en el estadio Olímpico Lluis Companys.
El zaguero y el 9 joven ya tienen nombre y es conocido por todos: Iñigo Martínez y Vitor Roque. El primer fichaje ya está cerrado y está pendiente de la caducidad de su contrato con el Athletic Club para anunciarse. La segunda de las llegadas mencionadas queda encarrilada a falta de cuadrar números para efectuar el pago del traspaso.
Iñigo Martínez, en un encuentro con el Athletic Club
Iñigo, según las salidas
El fichaje de Iñigo Martínez por dos temporadas y con un sueldo de 9 millones de euros brutos anuales se ha madurado a lo largo de los últimos meses. El acuerdo con el defensor de 32 años es total y solo las salidas de centrales fuera de la planificación deportiva separan al Barça del anuncio oficial.
Como hemos explicado en Culemanía, los traspasos, cesiones y rescisiones de Lenglet, Umtiti, Collado, Dest, Nico y Gustavo Maia reportarán un ahorro salarial de 51 millones de euros. Gracias a poder utilizar el 50% del sueldo liberado el club azulgrana podrá inscribir las llegadas de Ilkay Gundogan y el propio Iñigo Martínez. El central vizcaíno ya ha pasado reconocimiento médico e incluso tiene casa en la capital catalana.
Acuerdo con Vitor Roque
En lo que atañe a Vitor Roque, su fichaje supondrá el mayor desembolso del Barça en este mercado. La entidad presidida por Joan Laporta alcanzó un acuerdo con el Athletico Paranaense por 35 millones de euros fijos más 10 en variables. Solo falta por determinar la estructura de los pagos a plazos de la operación.
Vitor Roque, eufórico, celebrando un gol con el Atlético Paranaense
Por su parte, el delantero de 18 años firmará por seis temporadas, hasta junio de 2029, y con una cláusula de rescisión de 1.000 millones. El sueldo de la estrella emergente brasileña no rebasará los tres millones. A pesar de la presión de otros grandes equipos europeos como el Arsenal y Chelsea, la voluntad de Tigrinho se ha impuesto. La espera de Vitor Roque ha resultado clave para la llegada a buen puerto de su incorporación.