A este Barça le falta algo de electricidad. Un puñal, un jugador con la chispa suficiente como para traer de culo a la defensa rival y generar espacios. En estos momentos, Dembelé es el único futbolista de este perfil que se encuentra en la plantilla. Y por desgracia, está lesionado desde hace ya casi dos meses.
Una vez más, en el clásico del pasado miércoles contra el Real Madrid en el Camp Nou, quedó demostrado que al Barça de Xavi le falta un extremo desequilibrante, un jugador que abra el campo, genere superioridades en uno contra uno y se vaya de los rivales por velocidad o regate. Otro Dembelé, por así decirlo. Una clase de futbolista que ya tiene el Real Madrid con Vinicius Jr, y que antaño tuvo el Barça con Neymar Jr.
El problema del Barça en ataque
El problema que arrastra el FC Barcelona en el plano ofensivo, no obstante, podría quedar resuelto este verano. Independientemente de que el club azulgrana consiga concretar el regreso de Messi o algunos refuerzos para posiciones concretas, lo que parece cada vez más claro es que Abde Ezzalzouli, una vez finalice su cesión en Osasuna, volverá al Barça para formar parte de la primera plantilla.
Xavi ya le hizo debutar hace año y medio en la élite, y sin duda es un jugador que cumple el perfil requerido. Eléctrico, regateador, rápido, desequilibrante y con capacidad tanto para asistir como para marcar. Un refuerzo joven que le vendrá de perlas al Barça, y que ha progresado mucho durante la temporada que está viviendo en Pamplona bajo el mando de Jagoba Arrasate.
Abde, tras marcar un gol con el Osasuna / EFE
Abde, tras marcar un gol con el Osasuna / EFE
Abde asume un nuevo desafío
El cuerpo técnico del FC Barcelona tienen muy claras las necesidades de la plantilla de cara a la próxima campaña, y una de ellas es la incorporación de un extremo que abra la banda y consiga generar huecos que sean ocupados por compañeros como Lewandowski, Raphinha, Ansu o Ferran.
Con la presencia de Abde en la plantilla, problema resuelto. Faltará ver, por supuesto, si su rendimiento es acorde a la exigencia de jugar en un club tan gran como el FC Barcelona. El hispano-marroquí está decidido a asumir el reto. Aunque, de momento, está centrado mentalmente en la brillante campaña de Osasuna, con final de Copa del Rey incluida.