El Barça tiene la Liga entre ceja y ceja. Después de su sufrida y meritoria victoria contra el Real Madrid en el último clásico, el equipo de Xavi Hernández tuvo una noche muy plácida en Elche. Goleó a un rival desahuciado, con goles de sus tres delanteros (Lewandowski, Ansu Fati y Ferran Torres) y abre una brecha enorme, de 15 puntos, que tendrá un efecto balsámico para un club que vive al día, convulsionado y con una economía de guerra. El miércoles, en otro clásico, el Barcelona puede adornar una temporada que comenzó con dudas y puede terminar muy bien.
Xavi había anunciado cambios, pero en Elche agitó al equipo como una cocktelera, cambiando ingredientes como alinear a Éric García como mediocentro, acompañado por Sergi Roberto y Gavi en el centro del campo. Más previsible, por esperada, fue la titularidad de Ansu Fati, no por las quejas de su padre, sino por la eterna confianza del técnico hacia un futbolista que ha pasado de ser el relevo de Messi a un jugador de tres al cuarto, sin chispa, velocidad ni gol.
El gol de Lewandowski
En Elche, Xavi revolucionó el centro del campo y la delantera, pero experimentó mucho menos en defensa, la línea más solvente de un equipo que solo había encajado nueve goles en 26 jornadas y que recuperó la pegada contra el colista.
El Barça asumió el mando de las operaciones y el Elche se agazapó en su campo. El equipo de Xavi puso el piloto automético y esperó el momento oportuno para golpear primero. El gol llegó en una jugada de estrategia: falta que lanza Jordi Alba, la baja Araujo con la cabeza y culmina, con fortuna, Lewandowski. El polaco, poco afortunado en los anteriores partidos, celebró el tanto con rabia.
Más ocasiones
El gol dejó tocado al Elche y el Barça encontró más espacios para maniobrar. Lewandowski tuvo el segundo gol en su cabeza, pero remató con el hombro, un perfecto centro de Ferran. Minutos después también pudo marcar Koundé ante un Elche que agonizaba.
La primera parte fue un monólogo de un Barça que tuvo un 71% de posesión. Tras el descanso, el Elche intentó sacudirse sus complejos, pero cuando más se envalentonó llegó una contra que vio perfectamente Ferran Torres y culminó Ansu Fati en una acción en la que se reencontró con su mejor parado. Condujo bien el balón y con un potente tiro cruzado batió a Edgar Badía.
La impotencia del Elche
El Barça, con todo a su favor, optó por tocar y tocar la pelota para evitar que el Elche se reenganchara al partido. Impotente, el equipo ilicitano firmó su rendición tras una pérdida en defensa que culminó Lewandowski. Poco después, Ferran marcó el cuarto tanto azulgrana.
En plena fiesta barcelonista, Xavi dio entrada a Aleix Garrido, otro jugador formado en las categorías inferiores que debuta en el primer equipo. Garrido, barcelonista desde 2012, sustituyó a Ansu Fati, aliviado tras marcar un gol que debe calmar a su locuaz padre y que fue muy celebrado por su entrenador, el gran artífice de la felicidad barcelonista.