Chispas, velocidad y, ante todo, respeto mutuo. El duelo particular entre Ronald Araujo y Vinicius Jr volvió a dejar un nuevo capítulo apasionante este domingo en el Camp Nou. Un clásico en que el FC Barcelona salió vencedor a nivel coral, aunque el brasileño puso en serios problemas al defensor uruguayo desde los primeros compases del encuentro.
En los dos duelos anteriores, Araujo se había merendado a Vinicius sin pestañear. Claramente ganador, minando por completo la moral del brasileño y bloqueando cada una de las intentonas del madridista en la banda. El físico imponente y los fundamentos defensivos de Ronald avasallaban a un Vinicius incapaz de sacar oro en los últimos clásicos. Este domingo, sin embargo, suya fue la jugada del primer gol del partido.
El gol en propia meta de Araujo
El 0-1 llegó después de que el carioca se zafase del azulgrana, se plantara en la línea de fondo y, con toda la suerte del mundo, hiciera impactar el esférico en la cara del charrúa. La pelota acabó en el fondo de las mallas, para desespero de un Ter Stegen que se dejó caer por mera impotencia.
El Real Madrid se ponía por delante a los ocho minutos de partido, y la mejor noticia para el FC Barcelona es que había todavía mucho tiempo para remontar. Sin venirse abajo tras el gol en propia meta, Araujo se ató los machos y fue creciendo con el paso de los minutos. Cierto es que no estuvo tan solvente como en las dos ocasiones anteriores, pero mantuvo un duelo vistoso, noble y muy igualado con su rival.
Araujo presiona a Vinicius en la final de la Supercopa / EFE
Araujo presiona a Vinicius en la final de la Supercopa / EFE
Compañerismo y rivalidad sana
Vinicius, al contrario que en los últimos encuentros, estuvo centrado al 100% en el encuentro y protagonizó cero polémicas. No se enfrentó con el público y generó muy pocos enganchones con jugadores del FC Barcelona. De hecho, fue a consolar a Ronald después de meterse este el gol al poco de empezar el compromiso.
Una muestra tremenda de compañerismo y rivalidad sana. No en vano, horas antes del clásico había sido el charrúa quien le había dedicado unas palabras que le honran, alabando la calidad y capacidad de desborde del brasileño. “Para mí hoy Vinicius es el número uno en el uno contra uno. Es un jugador muy bueno, muy desequilibrante. Es difícil, obviamente. Pero trabajo para poder dar lo mejor en partidos como este. Estoy contento de que estén saliendo las cosas bien”, aseguró el jugador del Barça. Esta vez, el duelo estuvo más igualado que nunca... y promete emociones fuertes en las próximas citas. El siguiente capítulo, el 5 de abril en la vuelta de semifinales de Copa.