El Barça suele ser sinónimo de fútbol ofensivo. De gol. En Madrid, sin embargo, el equipo exhibió su perfil más pragmático, conservador y competitivo. Más preocupado por resguardarse que por atacar, ganó en el Bernabéu en otra cita en la que brillaron Araujo y Koundé, posiblemente la mejor pareja defensiva desde la dupla Puyol-Piqué.
Xavi Hernández lo tenía muy claro hace un año: el Barça necesita reforzar la defensa. Y quería jugadores de primer nivel. Su gran apuesta fue Jules Koundé, que jugaba en el Sevilla. También pidió a Marcos Alonso y aceptó el fichaje de Andres Christensen, un gran acierto de Mateu Alemany.
El fichaje de Koundé
El fichaje de Koundé no fue fácil, por las peticiones del Sevilla (50 millones fijos y cinco en variables) y por los problemas del Barça con el Fair Play Financiero que retrasaron su inscripción en la Liga. Araujo, por su parte, es un central muy expecitivo, contundente, que se crece en las situaciones más delicadas.
Xavi, en cambio, se quedó sin un lateral derecho de su confianza. Llegó Bellerín, pero no convenció al técnico, quien optó por alinear a Koundé en la banda derecha, al lado de Araujo. Esta fórmula funciona perfectamente pero el técnico la cambia cuando el rival es el Real Madrid. Entonces, el defensa uruguayo pasa a la banda para frenar a Araujo y el francés actúa en el eje de la defensa. En su demarcación favorita.
Las cifras
Los resultados son elocuentes. El Barça solo ha recibido ocho goles en 23 partidos de Liga. Tampoco encajó contra la Real Sociedad en los cuartos de final de la Copa del Rey. Ni en el partido de ida de las semifinales en el Bernabéu.
Xavi, un técnico con vocación ofensiva, ha construido un Barça fiable desde la defensa. En el centro del campo le falta un clon de Pedri y en ataque le falta gol, pero todo, o casi todo, parece controlado en la línea defensiva. En verano, con un buen lateral derecho, el Barça podría tener la mejor defensa de Europa. La actual, tal vez lo sea ya.