Con un calendario tan exigente como el que tiene el Barça, con el clásico de ida de semifinales de Copa del Rey a la vuelta de la esquina, Xavi Hernández tiró de rotaciones este domingo para visitar el campo del Almería. Una decisión arriesgada, partiendo de la base de que dejó en el banquillo a tres de los cuatro defensas intocables en los partidos importantes; Koundé, Araujo y Balde se quedaron sin salir de inicio, y el Barça lo sufrió tanto en ataque como en defensa.
Christensen fue el único defensor de la zaga usualmente titular que apareció en un once también con Eric García atrás y Jordi Alba en el lateral izquierdo. Ante la rotación masiva en la retaguardia, el Almería encontró más libertad para hacer y deshacer en la zona de tres cuartos. Así fue como, en el minuto 24 de partido, un balón perfecto en profundidad de Luis Suárez acabó con un golazo de El Bilal. Disparo fuerte y alto, que tocó en el travesaño y pulverizó a Ter Stegen.
La clave de las eliminaciones europeas
No es ningún secreto que el FC Barcelona pierde mucho a nivel defensivo sin Araujo, Koundé y Balde, tanto en acciones de ataque como a balón parado. Este domingo volvió a quedar patente durante la primera mitad del Almería-Barça, con un equipo más endeble de lo habitual en todas las facetas.
Contra el Manchester United en el Camp Nou también faltaron dos de los cuatro habituales --Christensen y Balde--, y el Barça recibió dos goles aunque pudo encajar todavía más. Cuando el Barça quedó eliminado de la Champions League, además, no estaba sobre el césped ninguno de los tres. En aquella ocasión, eso sí, principalmente por culpa de las lesiones de Koundé y Araujo.
Las rotaciones están bien... sin abusar
Queda claro que, cuando no está el mejor póker defensivo posible, el Barça sufre con creces. Y para colmo, Eric García recibió durante la primera mitad una cartulina amarilla que iba a mermarle durante el resto del encuentro.
En un partido en el que el Barça debía morder desde el inicio, los culés salieron demasiado relajados y lo pagaron caro. A sabiendas de que el Real Madrid se había dejado dos puntos contra el Atlético, la obligación era aparecer en el campo del Almería con todas las energías. Más aún sabiendo que el conjunto andaluz, en su campo, está demostrando ser capaz de ganar a cualquiera. 1-0 al descanso... y lección para que Xavi tome nota.