Pese a quien le pese, hay un aspecto sobre Gerard Piqué del que nadie puede dudar: cumple sus promesas. El central de la Bonanova ya había ido dando señales de retirada inminente, a tenor de sus declaraciones en las últimas entrevistas que concedió, y también con sus confesiones en el vestuario del FC Barcelona.
Hace un año, el capitán azulgrana ya advirtió que "cuando vea que no soy tan importante como siempre lo he sido, me voy a ir". No le apetecía pasarse un año entero en el banquillo, y eso le ha acabado llevando a la retirada. Este pasado verano, después de su famosa reunión con Xavi Hernández y de los fichajes de Koundé y Christensen, aseguró en el vestuario que si llegado el mes de noviembre veía que había dejado de ser importante y se había convertido en un suplente habitual, colgaría las botas.
Gerard Piqué cumple su promesa
Pues bien, así lo ha hecho. Nada más empezar el mes de noviembre, ha tomado una decisión muy complicada. El 23 de octubre de 2021, Piqué concedió una entrevista a El País en la que ya dejó claras sus intenciones, a pesar de que en ese momento se veía con energías de continuar un tiempo más jugando al máximo nivel. "Cuando estoy bien físicamente, lo noto. No seré el más rápido, pero puedo competir contra los mejores y no sentirme inferior. Mientras sea así, jugaré", advirtió el central catalán, anticipando cuándo sería el punto de inflexión.
"Me retiraré en el Barça. Eso es seguro. Lo que no aceptaré es retirarme siendo suplente. A ver, si son los tres meses últimos de una temporada y me toca, pues bueno. ¿Pero un año entero en el banquillo? No, no me apetece", dijo. Tres meses después del comienzo de la temporada 2022-23, Gerard Piqué ha comprobado que no se encuentra entre las preferencias de Xavi Hernández, y que no sólo es el quinto central, sino que incluso Marcos Alonso le ha pasado por delante en determinados momentos.
Ovación para el recuerdo en el Camp Nou
De ahí que haya decidido colgar las botas tras el Barça-Almería, partido en el que jugará de titular y en el que, muy probablemente, acabará siendo sustituido en los últimos instantes del choque para llevarse una ovación para el recuerdo de todo el Camp Nou. Piqué ha cumplido su promesa, y se marcha antes de que su imagen se veía más perjudicada en el imaginario colectivo de los culés.
Quiere que le recuerden por los 30 títulos que ha ganado con el FC Barcelona, por todos sus éxitos y lo que fue capaz de aportar en el campo. No hay duda de que es y será uno de los mejores defensores de la historia del FC Barcelona, del fútbol español y de este deporte, en líneas generales. Ahora, más que nunca, toca rendirle homenaje.