Sergio Busquets termina contrato con el FC Barcelona el próximo 30 de junio de 2023. Todo indica que esta será la última temporada del capitán con el Barça. Sin embargo, el entrenador se niega a dejarlo escapar. Xavi Hernández le ha comunicado verbalmente en distintas ocasiones que lo quiere otro año más, al menos, en el primer equipo. Una posibilidad que puede tener ventajas a nivel deportivo y también en el plano institucional. El centrocampista, que parecía abocado a la salida, ahora ya deja la puerta abierta desde la concentración con la selección española: "Mucha gente da por hecho que me voy a ir del Barça este año, pero no es así. Todavía no he pensado sobre ello. Quiero ver cómo va la temporada antes de tomar una decisión".
Desde el punto de vista deportivo, Xavi quiere a su amigo en el equipo por diferentes motivos. En primer lugar, porque confía ciegamente en su talento y visión de juego. Lo ve una referencia imprescindible para formar a los jóvenes que vienen por detrás. Con la posibilidad de que Frenkie de Jong siga aprendiendo de él, el egarense también contempla que Busquets sería de gran enseñanza para el regreso de Nico González y el hipotético fichaje de Martín Zubimendi.
Xavi lo quiere dentro y fuera del campo
Más allá de lo que aporta sobre el verde, Xavi también cuenta con el capitán precisamente por eso: sus galones. Necesita una prolongación del entrenador tanto dentro del campo como fuera de él. Alguien que dé ejemplo a los jóvenes, que sea un capitán responsable y preocupado por el buen ambiente del equipo y la integración de los nuevos. Un papel que Busi desempeña a la perfección y cuyo respeto es incuestionable.
A nivel institucional, la presencia de Busquets genera alguna duda más, pero también tiene sus beneficios. La parte positiva es que si decide seguir, sería factible pactar una nueva rebaja salarial para esta temporada, que abriría margen salarial en caso de que haya que inscribir a algún otro jugador en el mercado de invierno. Obviamente, no se le mantendrían las actuales condiciones salariales y se pactaría un salario a la baja para que, el curso que viene, terminase de cobrar el salario del curso actual. Hay que recordar, además, que todavía tiene pendientes los diferimientos de 2020 y 2021. Un dinero que seguramente se podrá pagar en dos años gracias a las palancas.
La negociación del parking
El aspecto negativo de la continuidad de Busquets es el económico y su fuerte carácter, antaño era conocido como el sindicalista del vestuario. Por ejemplo, entre 2012 y 2014 lideró una batalla para conseguir que todos los jugadores del primer equipo tuviesen doble plaza de aparcamiento para los partidos en el Camp Nou. En aquel entonces, los miembros de la plantilla tan solo tenían una plaza, pero Sergio estaba empeñado en tener otra, ya fuese para su padre, el exportero Carlos Busquets, o para su esposa, Elena Galera.
Apretó tanto con este tema durante la renovación que negoció en aquellos tiempos que finalmente, acabó consiguiendo la doble plaza de parking para todo el equipo. Uno de los motivos que utilizó para convencer a la directiva fue la seguridad: no podía ser que sus respectivas esposas tuviesen que entrar al estadio por donde lo hacen todos los aficionados, porque quedaban demasiado expuestas a peligros, siendo en muchos casos peronalidades públicas.
Quería cobrar más que Touré Yayá
Las negociaciones de Busquets para renovar con el club, con su agente Josep María Orobitg al frente, siempre han sido complejas. Del mismo modo que Piqué exigía cobrar más que Sergio Ramos, el central de Badía --actualmente vive en Castelldefels-- pidió al club tener un salario mejor que Touré Yayá, que llegó a ser el mediocentro mejor pagado del mundo en el Manchester City. Finalmente, Josep María Bartomeu le firmó un contrato astronómico por un total de 23 millones brutos anuales de media.
En la directiva de Laporta tienen a Busquets en buena consideración, pero saben tanto de su feroz carácter negociador como del de Orobitg. Además, hay cierto resquemor con ellos porque, finalmente, no aceptaron rebajarse el salario este verano, lo que complicó la inscripción de los nuevos fichajes. Sergio alegó cuestiones fiscales para negarse, ya que sus asesores temían que cobrar el sueldo en diferido pudiese repercutir negativamente a su declaración de la renta. Sin embargo, si finalmente decide renovar por un año más, ese punto ya no sería un problema y podrían negociar un pago más equitativo del dinero que tiene pendiente y del que le correspondería por un año más.
Alternativas de futuro
Paralelamente, el club trabaja a marchas forzadas en su recambio desde la dirección de fútbol --Mateu Alemany y Jordi Cruyff-- con múltiples nombres sobre la mesa. Además de contemplar la posibilidad de que siga De Jong en el equipo y del regreso de Nico, el favorito de Xavi es el txuri-urdin Zubimendi. Aunque hay otras opciones que han sonado también como Ruben Neves, de los Wolves, o Jorginho, del Chelsea.