El Bayern, con más oficio que buen fútbol, ha destrozado al Barça en solo 10 minutos. Tras una primera parte muy meritoria del equipo de Xavi Hernández, el campeón alemán le asestó dos golpes letales tras el descanso. Lucas Hernández y Sané han pinchado el globo de la ilusión barcelonista en un escenario maldito. En su regreso a Múnich, Lewandowski no tuvo un buen día y el Barça acusó su falta de pegada y encadenó su tercer partido sin marcarle un gol al Bayern. Tampoco tuvo suerte con el arbitraje, que ignoró un posible penalti a Dembelé.
Xavi Hernández apostó por Marcos Alonso en la banda izquierda, convencido de que el partido podía ser muy exigente para Balde y de que Alba no está en buena forma, y por Christensen en detrimento de Eric García. En el Bayern, mientras, Julian Nagelsmann alineó a Pavard y Davies como laterales, a Upamecano y Lucas Hernández en el eje de la defensa, y a Sané, Müller y Mané en punta.
Precedentes negativos
Ni Cruyff, ni Pep Guardiola ni Luis Enrique salieron victoriosos de Múnich en sus visitas. Tampoco Xavi, la pasada temporada. Ese día, el Barça fue eliminado de la Champions y Xavi acabó frustrado, muy preocupado por el nivel del equipo. Y este martes ha apostado por un Barça muy físico y con una buena salida del balón, consciente de que cada pérdida podría ser letal.
La afición del Bayern recibió a Lewandowski con más aplausos que pitos, mayormente dirigidos a Ter Stegen. El partido, de altos vuelos, comenzó con los dos equipos muy intensos en la presión, sin dosificar esfuerzo alguno y minimizando riesgos con la pelota. Y la primera ocasión clara de gol fue para Pedri. Tras un recorte prodigioso, su potente remate con la zurda fue rechazado por Neuer.
El error de Lewandowski
El Barça, autoritario, intimidaba al Bayern, descolocado con el buen juego azulgrana. Pero, por un día, Lewandowski no estuvo acertado en la definición tras una gran acción de Dembelé por la banda izquierda. Poco después, el delantero polaco estuvo otra vez cerca del gol, pero su cabezazo fue despejado por Neuer, otra vez prodigioso. Y Raphinha, con un remate lejano, también pudo marcar.
Tenía el Barça las ideas muy claras: tajante en defensa y clarividente en ataque, maniataba a un Bayern que tardó en cogerle el pulso al partido. En la pizarra Xavi superaba a Nagelsmann y el campeón alemán no avisó a Ter Stegen hasta la media hora en un remate lejano de Sabitzer.
La segunda parte
La segunda parte comenzó como la primera, con un Barça ambicioso y una primera ocasión de Raphinha. El Bayern, sin embargo, reaccionó pronto y Lucas Hernández, libre de marca, marcó para el conjunto bávaro tras un saque de esquina botado por Kimmich. El despiste de Marcos Alonso penalizó al equipo de Xavi, que no merecía semejante castigo.
El gol tuvo un efecto devastador para el Barça y el Bayern leyó perfectamente las dudas barcelonistas. En un plis-plas, el equipo de Nagelsmann golpeó de nuevo con el gol de Sané.
Cambios en el Barça
Xavi movió pieza tras el segundo gol del Bayern y dio entrada a Frenkie de Jong y Ferran Torres. La clarividencia inicial del Barça se transformó en sufrimiento e impotencia, en una agonía que ha recordado capítulos pasados de ingrato recuerdo para los barcelonistas.
El Barça arriesgó y sufrió con cada pérdida, pero persistía en su intento por meterse en el partido. Lo intentó Pedri, pero su remate se estrelló en el poste, y también Ferran, pero al cuadro azulgrana le faltó convicción. El Bayern resistió y, una vez más, salió victorioso ante un Barça mejorado pero que todavía está lejos de poder soñar con la Champions.