El Barça ganó por oficio en Cádiz un partido que estuvo interrumpido, durante una hora, por el infarto que sufrió un aficionado. La versión menos atractiva le alcanzó al equipo de Xavi Hernández para encadenar su cuarta victoria en la Liga y agravar los males de su rival, que sigue sin sumar. Frenkie de Jong desatascó un partido gris y lo sentenció Lewandowski, suplente por un día. El polaco ya suma seis goles en cinco jornadas. Ansu Fati, tras el parón, marcó el tercer gol barcelonista y Dembelé, el cuarto
Xavi agitó otra vez al Barça. Tres días antes del morboso duelo contra el Bayern en Múnich, el técnico de Terrassa prescindió de Lewandowski en el once inicial y dio entrada a Gerard Piqué. También fueron titulares Bellerín, Frenkie de Jong, Memphis y Ferran en detrimento de Koundé, Eric García Pedri y Dembelé.
Raphinha, al poste
El Cádiz y el Barça casi están en las antípodas. Mientras el equipo de Sergio González no había marcado un gol ni sumado un punto, el grupo azulgrana logró 11 tantos en los últimos tres encuentros de Liga y le endosó cinco al Viktoria Plzen. La pasada temporada, sin embargo, al Barça se le atragantó el conjunto amarillo en la Liga.
El Barça comenzó sin nervio, ante un Cádiz que soñó con rememorar sus mejores tiempos, cuando el homenajeado Mágico González era el gran ídolo de la afición local. Pero pronto asumió Sergio Busquets el mando de las operaciones y comenzó a carburar el equipo de Xavi, con un Raphinha que estrelló un remate en el poste tras una acción de mérito de Gavi.
El Cádiz cierra espacios
Dominaba el Barça, pero jugaba con el freno de mano puesto. Sin intensidad ni muchas ideas, encallaba el equipo ante un Cádiz que se resguardó en su campo. Al Barça le costaba combinar por dentro y Memphis no estuvo afortunado en un remate que enfocó mal. Tampoco contó con la complicidad arbitral, al ignorar De Cerro Grande un empujón a Balde dentro del área amarilla.
Demasiado intermitente, el Barça fue una triste fotocopia que el miércoles se exhibió en la Champions. En los últimos compases del primer acto, Raphinha no supo aprovechar un contraataque en una acción que culminó Ferran con una rosca que se le fue desviada.
Lewandowski y Messi
En Cádiz quedó claro que el Barça depende hoy de Lewandowski como vivió del talento de Messi durante muchos años. También la magia de Pedri es fundamental en el equipo azulgrana. Y el descaro de Dembelé.
El partido pintaba mal y las tres estrellas del Barça calentaban en la banda. Xavi buscaba un remedio para activar a su equipo, que marcó gracias a un desmarque de Gavi que culminó Frenkie de Jong.
Tres cambios de golpe
El gol, sin embargo, no cambió los planes de Xavi, que dio entrada a Pedri, Dembelé y Lewandowski por Gavi, Memphis y Ferran en el minuto 56. Con el partido de cara, el Barça encontró más espacios y poco después el delantero polaco rubricó la victoria azulgrana con el segundo gol. El atasco inicial acabó en una victoria muy plácida.
Con poco, muy poco, el Barça decidió ante un Cádiz inoperante que tendrá muchos problemas para sobrevivir en Primera División. El equipo de Xavi, mientras, tiene licencia para seguir soñando con una Liga que se le resiste desde hace tres años. En Cádiz hizo lo justo en un partido que será recordado por Bellerín y Marcos Alonso, que debutaron con el cuadro azulgrana, y sobre todo por el infarto que sufrió un aficionado y las escenas de pánico que se vivieron en el Nuevo Mirandilla. Tras un parón de una hora, Ansu Fati marcó el tercer tanto azulgrana y Dembelé completó la goleada azulgrana.