Ya no está para grandes cosas este Barça crítico y mediocre. Impensable hace años cuando atemorizaba a Europa, los azulgrana se ven incapaces de hacerle ni siquiera cosquillas a rivales con un mínimo de entidad y rango.

No ha conseguido el Barça de Ronald Koeman ni una sola victoria ante rivales de más altura como Real Madrid, Atlético de Madrid, Bayern o PSG. El Barcelona se ha bajado de ese tren de alta velocidad europeo y desprende una sensación de vulnerabilidad y fragilidad impropia de un club con su historia.

Cambio de objetivos

La era post Messi está siendo insufrible para la entidad y la afición. La marcha del argentino no ha hecho si no debilitar todavía más una plantilla que ya daba claras muestras de decadencia. La derrota ante el Atlético reforzó el ya famoso “es lo que hay” de Piqué y ese sentimiento de resignación que impera ahora en el entorno azulgrana. Los blaugrana deben replantearse los objetivos de este año.

Pedri ante el Benfica / FCB

El Barcelona es ahora mismo noveno en la clasificación con 12 puntos, a 5 del líder, el Real Madrid, que podrían ser 8 si los blancos ganan esta tarde al Espanyol. Pero no deberían mirar los azulgrana tan arriba en la clasificación. Visto el nivel del equipo, parece que este año tocará remar si los culés no se quieren quedar sin entrar en la Champions League, algo que no ocurre desde la temporada 2002/2003 cuando el equipo acabó sexto. No parece estar el equipo para pelearle la Liga a su máximo rival ni a los colchoneros y deberá preocuparse de que Sevilla, Villarreal, Real Sociedad o Valencia no lo desahucien de la máxima competición europea.

Algo similar ocurre en Europa. Se hace ya impensable la posibilidad, no solo de alzarse con la ‘orejona’, sino que corre un grave riesgo el hecho de pasar la fase de grupos donde es colista con 0 puntos. El paupérrimo nivel mostrado ante el Benfica hace pensar que los azulgrana deberán pelear por asegurarse el tercer puesto y competir en la Europa League. Parece inimaginable ver jugar al Barça los jueves por la noche ante los equipos de la parte baja del cartel europeo. Pero, o mucho mejoran las cosas o los aficionados van a tener que aceptar situaciones hasta ahora inverosímiles en can Barça.