El baile de entrenadores sigue con su ritmo en el FC Barcelona. La directiva azulgrana mantiene su búsqueda del sustituto de Ronald Koeman para el banquillo. Uno de los candidatos que más ha sonado hasta ahora es Roberto Martínez, actual seleccionador de Bélgica. Sin embargo, el español ha tratado de disipar esas informaciones en una reciente entrevista.
Roberto Martínez, seleccionador belga, durante esta Eurocopa / EFE
Roberto Martínez, seleccionador belga, durante esta Eurocopa / EFE
En conversación con el medio Eurosport, el entrenador aclaró que no tiene mucho que explicar sobre esa posibilidad de dirigir al conjunto catalán. “Como puedes imaginar, no hay nada, realmente nada, que yo pueda comentar. Obviamente, siempre hay rumores, siempre están ahí. Esto es normal en el fútbol. Cuando pierdes tres partidos, los rumores dicen que vas a perder tu trabajo. Cuando las cosas van bien, cuando se obtienen buenos resultados, también hay rumores. Pero no hay nada que comentar por mi parte en este momento”, detalló.
Si bien la declaración podría apuntar a un cierre definitivo a su llegada al banquillo del Barça, la realidad es que la situación no está del todo cerrada. Dentro de la amplia gama de entrenador que han sido vinculados con el club, Roberto Martínez es uno de los que más fuerza ha tomado. Varias fuentes añaden que tiene es un perfil que agrada a varios directivos de la entidad.
Roberto Martínez entrenando a la selección belga / EFE
Roberto Martínez entrenando a la selección belga / EFE
Tensión en el ambiente
El cargo de director técnico en el FC Barcelona vive un momento de muchas polémicas. Las decisiones de Laporta y el reciente comunicado de Ronald Koeman no invitan a pensar que ambas partes puedan solucionar esas diferencias. Todo parece indicar que existe una ruptura definitiva, lo cual está afectando notoriamente el trabajo que se realiza en la parte del cuerpo técnico.
La determinación del neerlandés de evitar las preguntas de los medios de comunicación, en lo que debió ser la rueda de prensa previa del Cádiz-Barça, es una señal de que estamos probablemente ante sus últimos días como entrenador del equipo. Sin dudas, se trataría de un cierre de ciclo dañino.