El FC Barcelona continúa cayendo en una peligrosa senda de malos resultados. Los dirigidos por Ronald Koeman empiezan la semana con el pie izquierdo, tras obtener un flojo empate (1-1) ante el Granada en el Camp Nou que viene después del doloroso correctivo afligido por el Bayern. La imagen del conjunto volvió a ser negativa, especialmente por la poca capacidad para construir ataques. El Barça de Koeman vive al límite, con un entrenador señalado por la directiva y un estilo de juego que, cada vez más, se aleja de la identidad futbolística blaugrana. La nota positiva la puso Ronald Araujo, líder orgulloso de un Barça con mucho más coraje que fútbol.
El director técnico neerlandés salió con el siguiente once para la quinta jornada del campeonato liguero: Ter Stegen; Sergiño Dest, Ronald Araujo, Éric García, Alejandro Balde; Sergio Busquets, Sergi Roberto, Frenkie de Jong; Coutinho, Yusuf Demir y Memphis. Los elegidos buscaron dominar desde distintas formas el compromiso, pero el desenlace fue totalmente lo contrario, teniendo que depender en exceso de los balones aéreos.
Nula creatividad
Los primeros pasajes del partido fueron un drama para el equipo culé. Apenas en el minuto dos tuvimos el primer gol de la visita. Una jugada de Sergio Escudero, que se escapó de dos jugadores y mandó un centro preciso para la aparición en el segundo poste de Domingos Duarte. El portugués marcó con un fuerte cabezazo, aprovechando la desatención defensiva de Frenkie de Jong y la pobre ubicación de Ter Stegen.
El gol de Domingos Duarte en el comienzo del Barça Granada / EFE
El Barça intentó dominar en los siguientes minutos a través de la posesión para ir empujando el bloque del Granada. Sin embargo, le costó sumar profundidad en los ataques, solamente los desmarques de Memphis fueron un punto de amenaza importante. Esa ineficacia para armar las jugadas le permitió al rival atacar con espacios a su favor, especialmente con Darwin Machís que hizo mucho daño a la zona de Dest.
La primera gran ocasión del FC Barcelona se dio en el minuto 18. La acción fue de Sergi Roberto que estrelló el balón en el travesaño superior tras un tiro de esquina. A partir de esos centros fue que el equipo de Koeman fue a apretar a la zaga defensiva contraria, pero con la complicación de no tener un rematador puro dentro del área.
Finalmente el Barça despertaría de su letargo en los últimos cinco minutos de la primera parte. Las acciones a balón parado fueron el arma más peligrosa, gracias a un potente cabezazo de Ronald Araujo que terminó salvando espectacularmente Luis Maximiliano. También otro remate de cabeza de Óscar Mingueza (entró por Alejandro Balde), pero en este caso con dirección al portero rival.
Óscar Mingueza, en una acción del Barça-Granada / EFE
Si bien el cierre del primer tiempo de los blaugranas fue más intenso, la realidad es que se trató de unos 45 minutos bastante decepcionantes en cuanto a juego. El abuso de los centros fue notorio y únicamente lograron sacar algo de ventaja por esa vía con la presencia de los centrales en los tiros de esquina (siete en ese tramo). Pero del resto, faltó la presencia de un delantero que sacara provecho a esas jugadas.
Empuje e insistencia
La dinámica del segundo tiempo seguiría por el mismo camino: un FC Barcelona con muchas dificultades para combinar por dentro y, por ende, terminando la mayoría de acciones con centros. Aunque en esta oportunidad si con la figura de Luuk de Jong para acompañar a Memphis y así tener una posibilidad para conectar en alguna de esos balones aéreos.
Una acrobática maniobra de Memphis en el área del Granada / EFE
Curiosamente la primera aproximación de los culés en la segunda mitad se dio tras un robo en una zona peligrosa en el minuto 58. Esa recuperación del esférico permitió encontrar mal parado el bloque defensivo del Granada y así Memphis tuvo espacio dentro del área para un disparo que lamentablemente no fue con toda la potencia para superar al arquero.
La desesperación del Barça fue aumentando con el pasar de los minutos, a tal punto que sus quejas con el cuerpo arbitral fueron más evidentes. Koeman intentó agitar el árbol dándole ingreso a Riqui Puig y a Gerard Piqué (como referencia en ataque), pero la escasa creatividad ofensiva impidió que superaran a los centrales del equipo dirigido por Robert Moreno.
De esa forma fueron pasando los minutos. Un equipo azulgrana caótico que mandó a un montón de futbolistas dentro del área. Tal fue la insistencia de los jugadores que encontraron la acción del empate en el 90+1, gracias a un preciso centro de Gavi que remató Ronald Araujo con mucha potencia. El central uruguayo volvió a demostrar su fortaleza en las adversidades. A pesar de los esfuerzos finales, el compromiso culminó con un empate que sabe a poco para los aficionados presentes en el Camp Nou.
Sin victoria en casa
Es el segundo partido consecutivo que el Granada consigue evitar que el FC Barcelona pueda llevarse los tres puntos como locales. En la temporada lograron llevarse el triunfo, ahora un empate que deja en el foco de las críticas al cuerpo técnico de Ronald Koeman. Comienzo complicado de semana para un proyecto que tambalea con el pasar de cada día.