"Nada es imposible", este fue el mensaje, prudente pero ilusionado, que Ronald Koeman transmitió este martes en la rueda de prensa previa al PSG-Barça de octavos de la Champions League. El técnico azulgrana sabe que es práticamente imposible obrar el milagro, pero precisamente si en algún deporte ocurren este tipo de sorpresas, en ocasiones, ese es el fútbol.
El entrenador holandés fue preguntado en numerosas ocasiones sobre una hipotética remontada en París y dio muchos argumentos apuntando que la dificultad es máxima. Koeman tiene los pies en el suelo, pero como hombre de fútbol, sabe que podría haber alguna mínima posibilidad, y su deber es convencer a los jugadores para que se aferren a ella. Algo a lo que también ayudó Joan Laporta, dando muchos ánimos a todos los jugadores y el staff en la primera, y breve, charla que tuvo el lunes con ellos.
En esta línea se pronunció Koeman: "Ojalá que las sensaciones sean muy diferentes. Tenemos un resultado malo en contra, pero siempre hay vida. Depende de cómo empecemos el partido y de nuestra efectividad. Ellos tuvieron muchísima efectividad. Nosotros siempre creamos oportunidades de marcar, así que si tenemos efectividad, nada es imposible".
La clave, tener efectividad
El exseleccionador de la orange incidió mucho en el factor efectividad: "Es un trabajo de equipo, todos tienen que estar bien. Hay que finalizar las jugadas, buscar la profundiad que necesitamos... dependerá de cómo empecemos el partido y de si somos capaces de aprovechar las oportunidades, eso será lo importante".
Lenglet, Umtiti, Dembelé y Griezmann en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona
"También en el partido de ida estuvimos en un buen momento. El partido de Copa nos ha dado mucha confianza, pero no se puede comparar un 0-2 con un 1-4 en casa. Es mucho más complicado y el PSG es un equipo fuerte que aspira al máximo. Hay que hacer un partido redondo", añadió Koeman, recordando que el primer tiempo azulgrana tuvo buenos momentos, antes de que el equipo se deshiciese.
Preguntado sobre Griezmann, Umtiti, Lenglet y Dembelé, el entrenador volvió a incidir en la idea de que no lo dan todo por perdido: "Sabemos que los franceses tienen mucha ambición de jugar este partido. Saben lo que necesitamos para poder remontar el partido. Ellos han tenido mucha efectividad en la ida. Si nosotros tenemos la misma, nada es imposible".
Con los pies en el suelo
Pese al leve optimismo, Koeman quiso ser muy realista en todo momento y no alzar las campanas al vuelo: "Va a ser muy, muy complicado, por el resultado que tenemos en contra. Y jugamos contra París, no contra un equipo que nos deja... hay que hacer un partido redondo y sacar un buen resultado, pero no podemos aspirar a más".
También comentó cómo estará encarando Pochettino el duelo: "No creo que el París nos tenga miedo. Conozco bien a su entrenador y preparará el equipo de la mejor manera, para que no piensen que es un partido fácil. Tienen que defender el resultado. Siempre es más fácil remontar un partido en casa que fuera de casa. Ya veremos qué pasa".
"Repito, es diferente el resultado que teníamos contra el Sevilla que un 1-4 en contra. Más goles a marcar, estamos fuera de casa... nada es imposible, creamos en nosotros mismos y vamos a ir con esta mentalidad, que el equipo lo lleva demostrando mucho tiempo", zanjó un Koeman que sabe de la dificultad pero se resiste a despedirse de la Champions.