La palabra remontada empieza a ser trending topic en el entorno del FC Barcelona. El equipo azulgrana visitará el Parque de los Príncipes este miércoles con la ligera esperanza de dar la vuelta al 1-4 de la ida. El París Saint-Germain, liderado por un Mbappé colosal, pasó por encima de los de Koeman en el Camp Nou.
Aunque muchos se conforman con que el Barça dé la cara en la capital francesa, la realidad es que el cuadro catalán tiene la obligación moral de intentar la remontada, por complicada que sea. Para tener alguna posibilidad de pasar a cuartos de final, el conjunto culé deberá tomar riesgos y tratar de sorprender al PSG.
Experimento
Una de las opciones que tiene Koeman para tal fin es cambiar el esquema. El FC Barcelona ha jugado con 3-5-2 y ha obtenido resultados más que satisfactorios. Venció por 0-2 en el Sánchez Pizjuán, remontó contra el Sevilla en la Copa del Rey y ganó de forma solvente en el Reyno de Navarra, también por 0-2. Es un dibujo que aporta más seguridad defensiva, pero menos soluciones en ataque.
Dembelé celebrando su gol contra el Sevilla / EFE
Y el Barça necesita marcar cuatro goles para dar la vuelta a la eliminatoria. Es por eso que el héroe de Wembley podría apostar por volver al 4-3-3, dando entrada a un delantero, probablemente Griezmann, y sentando a un central, seguramente Umtiti. Sería, eso sí, un 4-3-3 diferente del que venía utilizando antes de mutar al 3-5-2.
Consistiría en ubicar a Dembelé como máxima referencia ofensiva, con Griezmann y Messi también centrados pero por detrás del extremo francés. Las bandas serían para Jordi Alba y Sergiño Dest, mientras que Pedri y Frenkie de Jong pisarían área contraria con frecuencia. Al Barça no le queda otra que volcarse en ataque.
¿Cambiará?
El regreso al 4-3-3 es una opción. La otra, evidentemente, es mantener el 3-5-2 que tan buenos frutos ha dado al FC Barcelona en los últimos encuentros. Sería la alternativa para intentar tener el control del partido en la primera parte, tratar de ponerse por delante y, ya en la segunda mitad, volcarse en ataque, mutando quizás al 4-3-3.
Ronald Koeman, en un entrenamiento del Barça | EFE
Conviene no olvidar que Ronald Koeman es un técnico que da continuidad a lo que funciona. Y ningún sistema ha dado mejores resultados que el 3-5-2 de las últimas semanas. Ya se especulaba con el regreso al 4-3-3 en la vuelta de semifinales contra el Sevilla o en la visita al Reyno de Navarra, pero siguió con el 3-5-2.
Volver al 4-3-3 o continuar con el 3-5-2. Ahí reside el dilema de Ronald Koeman. El sistema tradicional es más ofensivo y atrevido. El de los últimos partidos parece funcionar mejor a nivel competitivo y ofrece más seguridad al equipo.