El PSG bajó de las nubes al Barça de Koeman. Los parisinos atestaron un auténtico golpe de realidad a los culés, que venían de una tremenda racha en Liga. 14 partidos sin perder en el campeonato liguero que el conjunto francés convirtió en polvo. Una dinámica que quedó en espejismo y evidenció que a los blaugrana les falta todavía mucho para aspirar a un título este curso.
Asimismo, también quedó patente que la Liga ya no sirve como referencia de nada. Lejos quedan ya los años en que el fútbol español era referencia en Europa. El conjunto blaugrana sufría cada fin de semana para llevarse un triunfo, en lo que era una auténtica prueba de fuego para la Champions. Ahora ya no es así.
Los jugadores de Barça y Real Madrid, en un clásico | EFE
El vencer (no sin sufrimiento) a equipos de la zona media y baja de la tabla ya no sirve como puesta a punto para los grandes retos. Ganar siete partidos seguidos sirvió para dar ilusiones al barcelonismo, sin embargo se ha demostrado que no es una verdadera toma de contacto para el Barcelona.
Lejos de los grandes equipos
En la misma línea, este inicio de curso está sirviendo para medir las aspiraciones reales del cuadro catalán esta temporada. Y de momento, en pleno proceso de reconstrucción, está cada vez más claro que levantar títulos ya no es el gran objetivo. La prioridad es formar a las jóvenes promesas y convertirlas en estrellas para el futuro.
De momento, el Barça ha demostrado tener lo suficiente para ser equipo Champions. No obstante, se ha constatado que el equipo no está todavía preparado para enfrentarse a los colosos, tanto en la Liga como en la Champions. El triunfo en el campo de la Juventus ha sido la única alegría que se han llevado los culés contra rivales de primer nivel.
Piqué, tratando de detener a Mbappé | EFE
El resto son seis derrotas ante Real Madrid (1-3), Atlético de Madrid (1-0), Juventus (0-3), Athletic de Bilbao (2-3), Sevilla (2-0) y PSG (1-4). Los resultados reflejan la dificultad de los de Koeman para anotar goles en estos partidos. Solamente fue capaz de marcar cuatro, uno de Ansu, dos de Griezmann y uno de Messi de penalti, en estos seis partidos. Además, también se ejemplifican los problemas defensivos ante grandes delanteros.
Números desoladores que han dejado, en pleno mes de febrero, al Barça sin la Supercopa de España; muy cerca de caer eliminados en Champions y Copa del Rey; y en busca de una remontada imposible en Liga para no certificar un nuevo año en blanco.