El Barça de Koeman ya está en los octavos de final de la Copa del Rey. Eso sí, con una clasificación que le costó más de lo esperado al cuadro blaugrana. Ni el césped artificial, ni las medidas del estadio, ni las dos prórrogas en la Supercopa de España servían como excusa para un FC Barcelona que se enfrentaba al Cornellà, de Segunda B. La diferencia de presupuesto y calidad era evidente.
No obstante, precisamente el nuevo formato del torneo del KO, a partido único, multiplica las oportunidades de los equipos más modestos ante los grandes. Y sino, que se lo digan al Alcoyano y al Real Madrid. Los malos presagios se cumplieron y el conjunto culé casi rozó el ridículo en el Nou Municipal.
Los jugadores del Barça, celebrando un gol contra el Cornellà | FCB
Aunque el Barça fue superior en todo momento, su falta de puntería de cara a portería estuvo cerca de costar muy cara. La primera mitad fue tediosa, pero en la segunda parte, y con la entrada sobre todo de Dembelé, las ocasiones de los culés se sucedieron de forma continua. No obstante, la maravillosa actuación de Ramón Juan y los errores estuvieron cerca de condenar al Barça, que se vio obligado a jugar su tercera prórroga en una semana.
En el tiempo extra, los de Koeman evidenciaron su poderío físico y su fondo de armario para sentenciar el choque. El Mosquito desatascó el enfrentamiento, y Braithwaite lo sentenció en la última jugada. Sin embargo, en todo momento dio la sensación de que, con un poco más de acierto, el partido podría haberse resuelto mucho antes.
La maldición de los penaltis
El Barcelona las tuvo de todos los colores para ponerse por delante durante los 90 minutos. Griezmann, Araújo y Braithwaite protagonizaron ocasiones muy claras. Aunque, sin duda, las más manifiestas las tuvieron Pjanic y Dembelé. El bosnio cogió la responsabilidad en la primera mitad de lanzar un penalti provocado por Araújo. Su disparo lo adivinó perfectamente Ramón Juan. El ex de la Juventus jugó los 120 minutos, pero se mostró sin confianza y no aprovechó la oportunidad para demostrar a Koeman que puede ser titular.
Asimismo, en la segunda mitad el Barça tuvo otro penalti para adelantarse. Esta vez lo lanzó Dembelé, con la derecha, pero le salió muy centrado. Por suerte, el francés se redimió pocos minutos después. Sin embargo, estos errores constantan los problemas del equipo de Koeman desde los 11 metros. Una cuestión de confianza.
Ramon, portero del Cornellà, celebrando un penalti parado al Barça | EFE
Con los dos de este jueves, y sin tener en cuenta los de la tanda contra la Real Sociedad, los culés han fallado cinco de los 12 penaltis que han tenido esta temporada (Messi, Griezmann, Braithwaite, Pjanic y Dembelé). Además, Ramón Juan se convirtió en el primer guardameta de toda la historia en atajar dos penas máximas en un mismo partido al Barça. En cuanto a efectividad, el conjunto blaugrana está notando en exceso cuando el capitán no está en el terreno de juego.
"No se pueden fallar dos penaltis jugando en el Barça"
Precisamente, en la rueda de prensa postpartido, prácticamente todas las preguntas de los periodistas a Koeman fueron sobre esta maldición. El holandés fue contundente: "No se pueden fallar dos penaltis siendo el FC Barcelona. No es serio". En la misma línea, no encontró explicación a estos errores, ya que además "no hay ni presión del público". "Yo tampoco lo entiendo porque tenemos suficientes jugadores que pueden marcar de penalti. Puede ser miedo, no sé, pero hemos fallado mucho últimamente. Nos habría venido muy bien para tranquilizar el partido", reconoció.
Koeman, en el choque ante el Cornellà | EFE
Finalmente, reafirmó la presencia de Messi como lanzador habitual, ya que los demás cracks no se están mostrando acertados." Puede ser que haya un miedo que normalmente no tiene el jugador. A parte de Leo, no tenemos un tirador que esté demostrando que puede marcar muchos penaltis. Creo que hay que entrenar más, hablar y mejorar este aspecto", sentenció Koeman.