Rectificar es de sabios. Por eso, Ronald Koeman ha ido modificando con cautela algunas de sus premisas tácticas iniciales que parecían inamovibles. El FC Barcelona empezó la temporada con un planteamiento del ‘11’ dispuesto en un 4-2-3-1. El sistema que el técnico holandés utilizaba cuando era el seleccionador de Holanda.
Pero, a base de aprender de los erroes, Koeman ha ido modificando su rigidez mental. Ya lleva un par o tres de partidos en los que sitúa a Frenkie De Jong de interior, acompañado en el mediocentro por Pedri González y Sergio Busquets o Miralem Pjanic en una línea de tres, el holandés había dejado claro que su sistema se basaba en el doble pivote en el círculo central.
Messi celebrando el gol contra el Betis con De Jong / EFE
Al final, parece que el técnico holandés ha decidido volver al tradicional 4-3-3, aunque siempre agregando su toque personal, con algun delantero en posición de falso ‘9’ (Pedri, Leo Messi o Philippe Coutinho) o directamente ejerciendo de último delantero como es el caso de Martín Braithwaite o Antoine Griezmann.
Variaciones
Poco a poco, también Koeman ha intentado escuchar las demandas de sus jugadores, sobre todo de aquellos que no han acabado de mostrar un buen rendimiento sobre el terreno de juego. Con Griezmann, empezó forzando al francés jugando por la banda.
Pero desde que el francés se quejó públicamente e incluso lo hizo también en octubre el entrenador de su selección, Didier Deschamps, Koeman ha vuelto a situar a Griezmann por el medio. Además, Braithwaite fue uno de los jugadores de los que el técnico del Barça había dicho que no contarían mucho en un principio y hasta ahora ha jugado 18 partidos de los 24 que lleva jugados esta campaña el equipo.
Griezmann, Braithwaite, Coutinho, Messi, Mingueza, Pedri y Jordi Alba celebrando un gol ante el Valencia en el Camp Nou / FC BARCELONA
El otro futbolista azulgrana con el que Koeman también ha hecho variaciones ha sido con Philippe Coutinho. El holandés dijo que el brasileño sólo jugaría de mediapunta y al final ha jugado de falso extremo, cuando precisamente el 4-2-3-1 lo quiso instaurar pensando prácticamente sólo en él.