En su regreso al FC Barcelona, Philippe Coutinho está firmando una temporada de sobras y luces. Tras haber estado cedido todo el curso pasado al Bayern de Múnich por no haber acabado de encajar en Barcelona, el brasileño ha vuelto al club. Y esta nueva temporada como azulgrana, el delantero está entre la cara y la cruz.
Su rendimiento está siendo bueno con Ronald Koeman, aunque no sobresaliente, todavía adolece de una cierta falta de confianza. Tampoco le ayudó la lesión en el muslo que le ha tenido apartado de los terrenos de juego durante 24 días, haciendo que se perdiera cuatro partidos con el Barça.
Coutinho y Griezmann se abrazan con euforia tras golear al Osasuna / EFE
A pesar de ello, Coutinho se está esforzando por mostrar su mejor versión como azulgrana. La buena conexión con Antoine Griezmann le vino de maravilla en la victoria de este domingo ante el Osasuna (4-0). Tras mucho intentarlo y con la generosidad del francés, el brasileño acabó llevándose la recompensa a su esfuerzo en forma de gol.
Afinar la puntería
A pesar de que marcó un gol ante el conjunto navarro, Coutinho falló en ese mismo partido tres ocasiones muy, pero que muy, claras. La primera, un disparo raso e inocente que debería haber sido un remate a bocajarro para evitar que lo detuviera el portero del Osasuna.
Similar a esta primera ocasión fue la segunda. Falló, pero su disparo acabó convirtiéndose en el primer y accidentado gol del Barça en ese encuentro, que salió de las botas de Martín Braithwaite. La tercera, con toda la ventaja por un error estrepitoso del portero navarro al salir a perseguirle, Coutinho generó una ocasión a portería vacía desde fuera del área. Sólo tenía que colocarla dentro de la portería porque no había guardameta, pero se pasó de potencia y el chute se marchó desviado por encima del larguero.
Coutinho jugando con el Barça contra el Dinamo de Kiev / FC Barcelona
Gracias a Griezmann, el brasileño vio recompensando su esfuerzo ante el Osasuna antes de irse al banquillo en el 61’ por Ousmane Dembelé. Pero lo cierto es que Coutinho debe afinar su puntería. Ni el francés ni cualquier otro jugador azulgrana pueden estar ahí siempre para regalarle goles.