En su partido número 800 como jugador del primer equipo del FC Barcelona, Leo Messi, no pudo celebrar este hito histórico con gran cosa más. Y es que su actuación ante la derrota en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid (1-0) dejó mucho que desear.
Durante el transcurso del encuentro, el astro argentino se dejó notar más bien poco. Poco participativo, poca determinación de cara a portería, y ninguneando a Antoine Griezmann. Sólo tuvo un par de remates sin apenas fuerza que fueron directamente a los guantes de Oblak y su chute directo de falta acabó rozando en la defensa rojiblanca para convertirse en un córner. Y tampoco salió a dar la cara por el equipo ante la prensa.
Leo Messi, en una acción ante el Atlético | EFE
Pero lo más preocupante del partido de Messi ante el Atleti fueron los 23 balones que perdió, según los datos de Movistar Plus, y su falta de acierto de cara a portería.
Le cuesta marcar
Esta temporada, Messi parece otro. Está taciturno, deseando ya marcharse de Barcelona, con 0 motivación y una actitud victimista ante los problemas que acechan al Barça.
Además, esta temporada, le está costando muchísimo marcar. Sólo ha marcado siete goles en once partidos, muy lejos de su media habitual de casi un gol por partido. Igualmente, todos los tantos que ha marcado este curso, excepto el segundo de su doblete conseguido frente al Real Betis (5-2), han sido de penalti.
Messi y Braithwaite al final del partido contra el Atlético / FC Barcelona
Todo parece indicar que Messi ya se quiere despedir del Barça. Pero, mientras siga vistiendo la camiseta azulgrana, debería procurar que sus últimos recuerdos con el club de su vida sean lo más positivos posible.